Powered By Blogger

sábado, 28 de diciembre de 2013

Capitulo V


Puntos sobre las ies…


Que decir después de tan hermosa declaración? Estoy flotando de felicidad, Leo es todo lo que siempre he querido como hombre, esposo, amante y amigo, él es mi vida entera.


Lo abrazo y nos fundimos en un beso, reafirmando con nuestros labios lo que nuestras palabras expresaron unos instantes atrás.




Nos quedamos juntos por no se cuanto tiempo, en un silencio para nada incomodo, solo allí unidos por nuestros cuerpos de la misma manera en lo que están nuestras almas y corazones.

- Así podría quedarme el resto de la vida- expone Leo

- Pues yo también amor, este es mi lugar favorito, en tus brazos, respirando tu aroma…

-Pero aunque no queramos debemos regresar a la fiesta, no se cuanto rato mas pueda Laura mantenernos apartados, ya tenemos un buen rato acá y de seguro mas uno debe estar buscándonos.

- Ya se me hacia extraño que nadie nos interrumpiera, veo que lo tenia todo muy bien controlado Sr. D’Lucca.

- jajaja mas bien bajo control nena, no quería que nada ni nadie nos molestara, y por supuesto una de tus hadas madrinas me ayudo, aunque conociendo a las otras dos – dice refiriéndose a  Cynthia y Valeria- ya las tres deben tener sus manitas juntas en esta misión- dice Leo con una sonrisa

- Pues conociendo a Cynthia te aseguro que es así

- Y que me dices de Valeria, esa hermanita tuya se las trae, parece mas bien tu hermana mayor, sabes que hablo conmigo y prácticamente me advirtió que no jugara contigo y que si te hacia botar lagrimas que no fueran de felicidad tomaría el primer vuelo a Miami para patearme el trasero de regreso hasta donde tu abuela para que me dieran el sermón de mi vida…

- Que hizo ¿qué?- pregunto incrédula de lo que acabo de oír- pero que se ha creído esta niña, me va a escuchar!

- Déjala Tati, es lindo ver lo mucho que te quiere y te protege, total Cynthia hizo casi lo mismo, solo que uso otras palabras, un poco mas dulces- expone con una sonrisa- tu abuela, tu tío, tu mama…. la lista sigue amor, eres muy especial para todos y cada uno de ellos me lo ha hecho saber, unos de maneras mas pintorescas que otros, pero el mensaje fue el mismo cosa que les agradezco pues si de verdad te hago sufrir bien merecido me tendría cualquier castigo que me impongan, pero como no quiero que lastimen mi trasero tal como me insinuaron mas me vale hacerte feliz.

- Y eso sólo porque no quieres que tu trasero salga perjudicado, no hay mas razones que esas? – finjo estar enojada

- Correcto nena, no puedo permitir que mi sexi trasero – indica levantando las cejas de manera juguetona- como lo han llamado por allí termine lastimado, es mi mayor preocupación en todo esto…

- Creído…

- Prefiero que todo mi cuerpo quede magullado, antes que tú salgas herida de ninguna forma amor- me interrumpe

- Lo se, pero como no queremos que nadie y menos tu sexi trasero- le digo a la vez que acerco una de mis manos a sus bien formadas pompis y se la aprieto- sufra algún daño, mejor nos ocupamos de ser felices y todos contentos

- Me parece una excelente idea mi vida- puntualiza mi bello esposo

Vamos de regreso a la fiesta, Leo tomó las cajitas de regalo para guardarlas, bueno solo las pulseras pues el anillo aun lo tengo en mi dedo y el llavero lo guardo en su bolsillo. Las fotos y demás me explico que ya hablaría con Laura para que alguien se encargara de recogerlo y guardarlo debidamente. Ya decidiríamos en donde lo pondríamos, aunque ya tengo un lugar en mente.

Antes de llegar al salón, nos topamos con nuestra eficiente coordinadora de bodas, Leo le entrega las cajas y le da las indicaciones para lo demás. Ella nos indica que todo esta bajo control mientras disfrutamos nuestra “escapada” y ya que habíamos retornado era el momento de servir la cena, lo cual es maravilloso pues muero de hambre, no recuerdo cuando fue la ultima vez que probé bocado, ¿temprano en la mañana? ¿O fue ayer? No lo sé.     

Continuamos nuestro camino, mientras la muy profesional Srta Alcala le da indicaciones a una de las chicas a su servicio y ésta sale en dirección de donde veníamos nosotros, de seguro a recoger mi hermoso collage sorpresa.

Al entrar a la estancia escucho una canción que adoro bailar, así que sin darle chance de negarse, arrastro a mi esposito a la pista de baile. Él muy complaciente solo me sigue sin emitir sonido ni quejas.


Al terminar la música, le pido a Leo nos tomemos algo tranquilos mientras sirven la cena, el encantado acepta, llegamos nuestra mesa a la que enseguida se acerca un camarero, pues por ordenes de la muy eficaz Srta. Alcalá, ellos deben estar atentos a nosotros en todo momento, eso si sin molestar.

Pedimos una copa de champagne muy fría para mi y un Whisky para Leo, minutos después ya estamos brindando y conversando. En eso estamos cuando se acercan Val y Cynthia con una sonrisa de satisfacción en la cara, ¿y éstas dos que traman ahora?

- Me pueden explicar porque vienen tan risueñas, que hicieron por Dios? – les pregunto un poco preocupada

- Nada!!! – responden al unísono con una gran sonrisa pintada en sus caras

- Ustedes dos juntas y así dan miedo- aclara Leo apuntándolas y la verdad si, ellas siempre se la han llevado bien, pero nunca vi tanta complicidad en sus miradas.

- Ustedes dos algo traman y no lo nieguen- las miro entrecerrando los ojos, estudiándolas - no es que maquinan algo, ya lo hicieron- las acuso alarmada casi levantándome de mi asiento – hablen ya!!!

- No te alteres hermanita – responde Val- sólo aclaramos unas cositas – mira a Cynthia quien solo sonríe de manera culpable pero conforme – y colocamos unos puntitos  donde corresponden.

 Y con eso ya lo sé todo, estas dos locas “hablaron con Kathleen” lo se por las miradas cómplices que se dan, solo espero no se les haya pasado la mano, porque conociendo a Valeria y con lo protectora que es Cynthia con lo que a mi respecta, me compadezco de esa mujer, un poco, bueno casi…la verdad ni una pizca, se lo merece, solo espero no empeore la ya tensa situación.

Las miro y trato de hacerle señas de que luego y sin Leo presente, hablamos para que me expliquen todo. 

- Ustedes como que quieren acabar con las bebidas de la fiesta- tengo que cambiar el tema antes que Leo siga indagando y sepa lo que paso con su amiguita- los demás también quieren tomar algo chicas

- Deja que disfruten amor- me reprende mi hombre de ojos claros- creo que hay suficiente para todos, además estas mujeres de aquí son mi prioridad, después de ti – aclara guiñándome un ojo- así que chicas disfruten la fiesta a su antojo, son las únicas además de mi esposa que tienen autorizado hacer lo que les plazca

- Gracias Leo, todo ha quedado maravilloso y la verdad hemos disfrutado cada momento- se ríe Cynthia y entiendo el doble sentido de su afirmación, cuando dice cada momento se a cuales se refiere

- Esa es la idea flaca, que sea un día para no olvidar – puntualiza Leo

Seguimos conversando y riendo de las ocurrencias de mi alocada hermana, hasta que a lo lejos veo a Kathleen conversando con mi suegra sin quitarme la vista de encima, quiere intimidarme lo se, pero no puedo darle el gusto, ya no mas. Le mantengo la mirada y así nos quedamos, ella continua conversando con Emily pero aun haciendo contacto visual conmigo.

- Nena?

- Si amor dime- respondo girando mi cara para mirarlo y notar que estamos solo nosotros dos en nuestra mesa. En que momento se fueron estas dos?

- Todo bien – pregunta Leo frunciendo el seño, creo que noto a donde estaba apuntando mi mirada.

- Eh….si amor porque lo dices?

- Por la manera en que estas viendo hacia allá- dice señalando discretamente donde se encuentran Kathleen y mi suegra

- Si amor todo esta perfectamente

- Se que algo paso entre ustedes, lo estoy dejando pasar, pero no me gusta en lo absoluto, y si no piensas decirme de que se trata, ten la seguridad que de alguna u otra manera lo voy a averiguar nena. Así que decide si me lo dices tu o alguien mas

Donde quedo mi romántico y tierno marido, el semblante de Leo ha cambiado del cielo a la tierra, en su ojos puedo ver el coraje que tiene, su mandíbula tensada y el tono de voz con que casi me exigió le contara lo sucedido lo demuestra. Que hago? No quiero que Leo les reclame nada, pero si nos le digo que ocurrió y le pregunta a ellas, cambiaran todo para quedar yo como la mala y ellas, sobre todo Kathleen una victima.

- Tati estoy esperando tu respuesta…

Suspiro y cierro los ojos, pues nada aquí vamos.

- Te pido me prometas algo Leo, pues te conozco, quiero que te quedes tranquilo aquí conmigo…

- Tatiana habla ya de una vez, no me hagas prometerte algo que no voy a cumplir, se como es Kathleen así que dime que demonios pasó. Ya estoy perdiendo la paciencia!!

- Sabes qué? No es mi culpa que conozcas tan bien a tu amiguita, y que ella este usando cualquier artimaña para poner a tu mama en mi contra y de esa manera poder meterse en tu cama y revolcarse contigo, así que si quieres gritarle a alguien dirígete a aquella mesa – señalo donde están ellas dos, me levanto pues no quiero que me vean llorar, no de nuevo; pero Leo me toma la mano impidiéndomelo.

- Nena por favor…

- Esto ya es demasiado Leo no quiero predisponerte con Emily, es tu madre y no quiero darle mas gusto a esa zorra de Kathleen, va a disfrutar si ve que discutimos por su culpa…

- Amor discúlpame, no debí alzarte la voz de esa manera, pero no soporto la idea que nadie, ni siquiera mi madre te hagan sentir mal. Se que no quieres contarme la verdad por evitar un mal rato, y mas si es entre madre e hijo, pero necesito saber que paso para saber como defenderte- dice Leo preocupado

- Esta bien- suspiro derrotada- para resumirte todo, pues ya el asunto me tiene cansada, estresada y me pone de mal humor, tu amiguita le dijo a tu mama que yo no te dejaba verla ni salir con ella, que por eso ustedes dos  están distanciados, que le había prohibido venir a nuestra boda…y claro tu mama le creyó todas sus mentiras.

Ni me deja terminar de hablar y Leo se levanta, como no suelta mi mano casi me arrastra con el, por supuesto se dirige a la mesa en donde ellas se encuentran.

- Leo por favor para – le suplico en un susurro

Hace caso omiso a mi petición y seguimos caminando hacia allá. Justo esto era lo que quería evitar, un enfrentamiento y el día de nuestra boda.

Llegamos a la mesa y mi adorado esposo esta furioso, su mirada es fría, en un tono seco y distante les pide, no mas bien les exige a Emily y a Kathleen nos acompañen. Justo en ese instante pasamos por el lado de Laura, a lo que Leo se detiene para decirle algo que no logro entender, nuestra coordinadora de bodas solo asiente, se gira y le miro dar indicaciones por su auricular. Que trama ahora el Sr. D’Lucca.

Llegamos a la habitación reservada para nosotros, Leo abre la puerta me hace entrar y pasa detrás de mi, dejando que nuestras “invitadas” lo hagan de ultimo.

- De que querías hablar corazón?- Emily es la primera en hablar

Leo aun no pronuncia ni una silaba, me acerca a una de las sillas, cariñosamente me sienta me da un beso en la mano, se acerca al mini bar para servirse un whisky, creo que dejo sus modales en la mesa pues no le ofrece nada a nadie. Sips esta muy molesto

Toma su bebida de un solo trago, tan solo de verlo me pica la garganta, se sirve otro whisky seco y deja el vaso sobre la repisa.

- Mama sabes porque me distancie de tu admirable Srta Rynolds– comienza al fin a hablar Leo, ante la horrorizada expresión de Kathleen. Ahora lo entiendo todo, mi suegra no sabe nada de la relación que llevaban ellos años atrás, y no es que me guste la idea que todos sepan lo que estos dos hacían en su tiempo libre, pero ya es hora de quitarle la mascara de niñita buena y santa, de alguna manera hay que bajarla del pedestal donde mi suegra la tiene.

- Para eso nos trajiste hasta acá Leo por favor, ya van a servir la cena – expone una muy nerviosa Kathleen- todos saben que nuestras familias son amigas desde hace mucho tiempo, al igual que lo somos nosotros.

- Sabes que antes de Tatiana me la pasaba en bares, restaurantes y clubs disfrutando de la vida – Leo hace caso omiso a su intento de detenerlo- pues en cada revista y periódico de sociales exponían que el joven heredero D’Lucca, el adinerado Contador y socio de una de las mas respetables oficinas contables era un don Juan, publicaban las diferentes conquistas y cada mujer que colgaba de mi brazo.

- No entiendo a que viene eso ahora querido- se queja mi suegra- se como eran tus andanzas antes de conocerla – dice señalándome

- Muy bien, entonces conocías mi reputación – mas que una pregunta a su madre es una afirmación – también sabias que nunca ofrecía nada serio a ninguna de ellas, solo eran acompañantes y amigas con las que tenia sexo, nada mas.

Ante este anuncio Emily afirma con un movimiento de cabeza, puedo ver que no entiende mucho del porque de esta explicación, que a su parecer quizás es irrelevante.

- OK, entonces aclarado ese punto puedo proseguir – toma su vaso y lo vuelve a vaciar de un solo trago, a este ritmo la noche de bodas se va a ir al demonio- pues bien madre, Kathleen fue una de mis amigas en esos días, con quien tenia sexo sin complicaciones, sin ningún tipo de compromiso – finaliza Leo

La cara de mi suegra es un poema y ni que decir la de ella, toda su altanería y su prepotencia se le cayó al mismo tiempo que la faceta de niña decente, al menos tiene algo de vergüenza pues baja la cara con la mirada fija en el piso.

- Quieres decir que…

- Quiero decir que si me aleje de ella no fue porque Tati me pidiera nada, todo lo contrario, lo hice porque me dio la gana, porque me enamore de mi esposa desde el primer día que la vi – dice mirándome fijamente- así que ya no necesitaba amigas para tener sexo – expone señalándola- siempre he sido honesto y caballeroso contigo Kathleen, pero no voy a permitir que te metas con mi esposa y mucho menos que trates de poner a mi madre en su contra.

- Eso es cierto Kathleen, te acostabas con mi hijo? – Pregunta una Emily furiosa- también hicieron el amor bajo mi techo, me engañaron en mi propia casa?

- Corrección madre – interrumpe Leonardo – entre nosotros solo hubo sexo y jamás en casa, para eso están los hoteles, y mi antiguo apartamento – dice y me mira como pidiendo disculpas

- Leo por favor!! – Le recrimina Kathleen que hasta ahora estaba en completo silencio, se levanta y se acerca a mi suegra – Emily…

La sonora cachetada que la da mi suegra hace que me levante de mi asiento, nunca pensé que lo haría

- Como pudiste Kathleen, y no me refiero a que lo hicieras con mi hijo, eso es algo que llevo años esperando, pero como pudiste ocultármelo- nos deja a todos pasmados con lo que acaba de decir y sale hecha una furia de la habitación.

Aun no puedo creer lo que acabo de escuchar, mi intachable suegra esperando que ellos…esto es demasiado para mi. Pasan los minutos y el ambiente se siente tenso, los tres aun estamos en silencio, tratando de digerir lo que acaba de ocurrir, al menos yo. Hasta que Leo se acerca a mí, me levanta cariñosamente coloca su brazo sobre mis hombros y se gira para hablarle.

- Kathleen, te lo voy a decir por ultima vez, no quiero volver a saber nada de ti como mujer, NA.DA – le explica lentamente- no se te ocurra molestar a mi esposa, no es mi intención lastimarte, y se que exponer todo delante de mi madre te hirió, pero bajo ninguna circunstancia voy a permitir le causes ninguna molestia a Tati. Si aun te queda algo de dignidad, te pido recojas tus cosas y te marches, ya el chofer esta en la puerta esperándote. No hagas esto más vergonzoso para ti.

Vamos de camino a la salida de la habitación cuando escucho a Kathleen decir

- No creas que esto se queda así Tatiana, ya nos veremos las caras y veras que todo lo que te dije es cierto, no es cuestión de dinero o posición social, no eres mujer suficiente para Leo ni para sus exigencias, no lo conoces en realidad, solo te ha dejado ver lo ha querido mostrar, pero nada mas.

Leo suelta su agarre en mí y se voltea para encararla, pero no se lo permito. Le tomo ambas manos y niego con la cabeza.

- Sabes que tengo razón querido, por eso no me quieres cerca, soy demasiada tentación

Esta mujer no sabe cuando parar. Me quedo mirando a Leo suplicándole con los ojos que no haga ni diga nada, eso seria darle lo que esta buscando. Lo agarro por el brazo y continuamos hacia la salida cuando siento que ella nos detiene.

- Por que no dices nada Leo? Sabes que el que calla otorga- dice a la vez que lo trata de tomar de lo brazos y acercarse para ¿besarlo?

- Sabes qué? De pocas cosas me he arrepentido en la vida Kathleen, y haber estado contigo es una de ellas – aclara pausadamente Leo, soltándose de su agarre

- Ah si? Pero mientras estabas dentro de mi, besándome,  tocándome no parecías muy arrepentido, gemías de placer cuando alcanzabas tu liberación – arremete ella con suficiencia

- Para lograr que un hombre tenga un orgasmo no se necesita de mucho querida, por si no lo sabias hasta con su propia mano lo consiguen – le aclaro con una calma en mi voz que hasta yo me asombro – y sabes como son los hombres, cuando se trata de “liberarse” lo hacen donde, como y con quien sea. No pierdas mas tu tiempo tratando de decirme algo que no me importa, ¿eres experta con los hombres? esta bien; ¿buena en la cama? quizás; ¿sabes mil posiciones para tener sexo? OK; pero ¿sabes como hacer el amor?...El sexo lo haces hasta con un aparatito a baterías, hay libros, películas que explican que y como hacerlo, pero para hacer el amor se requiere algo mas que el cuerpo, necesitas corazón, entrega, amor, conexión…cosas difíciles de explicar y que tu no conoces. Puedes querer restregarme las veces que te revolcaste con él, porque eso fue lo que hicieron, pueden haber tenido mil orgasmos maravillosos, pero alguna vez hicieron el amor? …

- Eres una ilusa Tatiana – me interrumpe Kathleen- eso del amor, felicidad eterna y finales felices sólo está en los libros y cuentos de hadas

- Y quién lo dice? ¿TU? Una mujer que se acuesta con quien sea solo para apagar una calentura – le pregunto, a lo que Leo suelta una carcajada

- Eres una mujercita corriente, tonta, soñadora que vive de falsas ilusiones, el tiempo me dará la razón cuando Leonardo vuelva a mis brazos y mi cuerpo en mi cama

- Ármate de paciencia por que eso JAMAS volverá a ocurrir- aclara Leo muy seguro

- Eso lo veremos!! – amenaza Kathleen muy segura de si misma lanzándole un sonoro beso a mi marido..




Disculpen la demora en subir este capitulo, tenia problemas de conexión y luego me tome unas mini vacaciones de unos días con mi familia.
Ya estoy de regreso en casita normalizando los días de publicación que continuaran siendo los miércoles.


Mi querida Susana! Inmensamente agradecida por todo, por tu apoyo confianza y amistad. Recibe mil besitos… 


martes, 17 de diciembre de 2013

COMUNICADO

Querid@s lectores y amig@s. Esta semana, especificamente el miercoles 18 de dciembre no habra publicacion del capitulo de la historia.
Esto debido a que me encuentro de vacaciones con mi familia. Mi intencion era subirlea adelantos pero con los problemas de internet se me hizo imposible.
Les mando un beso inmenso y si Dios quiere la semana que viene nos veremos el miercoles 25 ...
Gracias por su comprension...

jueves, 12 de diciembre de 2013

Capitulo IV


Tres Hadas Madrinas…


“Desde el punto de vista de Leo”


Seguimos caminando tomados de mano, puedo sentir lo rígida que esta mi esposa, asome confirma que no esta bien como me quisieron hacer creer…

- Sra D’Lucca, me haría el honor de concederme esta pieza, por favor

- Será un placer Sr. D’Lucca

Nos acercamos a la pista de baile y empiezan a sonar los acordes de una canción de la Quinta Estación <Me Muero>

Tomo sus manos y las llevo a mi cuello, la acerco a mi, hasta que cada parte de nuestros cuerpos se están tocando, reposo mis manos en su espalda, comenzamos nuestro baile.

Puedo sentir como Tati se va relajando en mis brazos, la conozco muy bien, y sé que algo estaba pasando con mi madre y Kathleen, además cuando Laura me avisó y prácticamente me suplicó que llegara donde ellas estaban pues le parecía que algo pasaba porque estaban discutiendo y al parecer era un dos contra una, no lo dudé  por un segundo y casi fui corriendo al lugar, pues sabia que con Kathleen de por medio, una se refería a mi esposa y eso no lo permitiría.

Solo pude escuchar fragmentos de la conversación, pero se mi madre le reclamaba a Tati la manera en que ella trataba a Kathleen, eso si me dejo confuso, a pesar de la aversión que sienten y valga decir que es mutua, siempre la ha tratado de manera educada, al menos que yo sepa. Algo más pasa aquí y tengo que averiguarlo.

Me separo un poco para poder mirarla a los ojos mientras continuamos moviéndonos al compás de la música.

- ¿Estas bien nena?

- Claro amor, ¿por qué no lo estaría? Me encuentro en mi lugar favorito, tus brazos.

- Será porque te conozco demasiado, hace un rato estabas mas tiesa que un tronco, ¿qué pasó con Kathleen y mi mama?  

- Ya te lo explicamos, no pasa nada Leo.

- Te recuerdo que eres pésima mintiendo, lo sabes ¿verdad? Pues debo decirte que no has mejorado nada en ese aspecto.

Los dos reímos ante mi comentario. Dios como amo verla sonreír de esa manera, natural, relajada, me alegra el alma.

- Lo sé, y mira que practico, pero por mas que lo intento no me sale- dice un fingida preocupación.

- Ja ja ja, nena tu corazón es puro y transparente, y eso jamás va a cambiar. Pero deja de darle vuelta al asunto y de cambiar el tema, cuéntame…

Se queda callada como sopesando si hablar o prolongar su mutismo, se recuesta en mi pecho, me abraza aún más fuerte y la siento suspirar varias veces como buscando el coraje para poder hablar. Decido darle su tiempo, aunque ya me estoy preocupando. Pasan los minutos y así continuamos en silencio solo con la música de fondo, debe ser  algo complicado pues no es normal que ella se ponga así tan hermética.

- Me estoy empezando a inquietar, mi mente va a mil y me imagino mil cosas, cada una peor que la otra, por favor habla conmigo, sabes que puedes hacerlo, puedes decirme cualquier cosa, siempre estaré a tu lado…

- Lo sé, lo sé… sólo abrázame, sigamos bailando, no quiero pensar en eso en este instante, olvidemos todo lo demás y seamos felices, disfrutemos nuestro momento por favor- me pide con voz quebrada, casi suplicando.

- Lo que quieras nena, siempre, pero escúchame bien – le tomo la cara ente mis manos- lo dejaré pasar por ahora, pero ten la seguridad que luego me tendrás que contar hasta el ultimo detalle, no pienso permitir que absolutamente nada y mucho menos nadie entorpezca nuestro día y arruine  tu alegría, ya bastante mal me siento por lo que sucedió antes y las lagrimas que te hice derramar…

- Bésame- me interrumpe de pronto.


- Lo que usted pida Sra. D’Lucca…

Lentamente me acerco a ella, poso mis labios en los suyos e inmediatamente introduzco mi lengua y la saboreo, la beso con frenesí a la vez que me aferro a ella por la cintura con un brazo mientas que con el otro le acaricio la espalda.

Ella toca mis brazos hasta llegar al cuello donde se ancla para continuar rozándome el cuello, nos perdemos en el momento, dejando de lado los problemas y preocupaciones, es un beso donde nos transmitimos lo que sentimos por el otro, esos que nos devuelven la serenidad, los que nos dan fuerzas para continuar adelantes, juntos contra el mundo si es necesario.

- Te amo tanto – me dice entre besos.

- Yo más mi cielo, yo más.


Seguimos bailando un buen rato, dándonos pequeñas muestras de amor, coqueteándonos, riendo y pronunciándonos hermosas declaraciones de amor.

- Si mal no recuerdo Sr. D’Lucca hace un rato dijo que me tenia una sorpresa y aún nada de nada.

- ¿Y quien dice que besarte en medio de la pista, con todos mirándonos no era la sorpresa? – pregunto arqueando.

- ¿En serio? ¿Eso es una sorpresa que se la da a tu esposa el día de su boda? – pregunta ella.  

- Tienes razón, ven acompáñame.

Tomo su mano y salimos al área exterior, de camino nos encontramos con invitados y amigos, por lo que debemos detenernos cada cinco o diez pasos que damos. El recorrido que debió ser de unos 10 minutos a lo sumo, duro casi 45.

- ¿A donde me llevas? ¿Me piensas secuestrar?

- Jajaja no necesito hacerlo nena eres mía – le responde guiñándole un ojo – ¿además es una sorpresa recuerdas? si te digo dejara de serlo.

Seguimos caminando, puedo ver que ella esta algo nerviosa, pero estoy seguro le gustará…

- Cierra los ojos cielo, ya estamos cerca.

- Pero…

- Sin peros Tati, sólo hazlo por favor, confía en mi – la interrumpo.

- OK- suspira y hace lo que le pedí.

Me coloco detrás de ella y la guío hasta el lugar que he preparado, claro con la ayuda de Laura y Cynthia, sin ellas hubiera sido un total desastre, esas mujeres adoran a mi chica y ya por eso se han ganado todo conmigo.

Nos detenemos justo enfrente, me acerco a su oído y le susurro.


- ¡Sorpresa! Ya puedes mirar…






Camino hasta su lado para poder mirarla a la cara y ver su reacción. Tatiana abre los ojos y hasta su boca, esta impresionada, lo se por su expresión, peo esta totalmente muda y estática, ni siquiera ha pestañeado.

- Nena por favor dime algo…

Aun no sale de su trance y ahora no estoy seguro si le agrada o todo lo contrario.

- Corazón, podrías siquiera hacer un gesto para saber si estas bien, si te gusto o si…
No me deja terminar, se acerca y me abraza fuertemente

- Es… está…– respira profundo- esto es maravilloso mi vida, hermoso pero… ¿cuándo? ¿Cómo?

- Pues entre ayer y hoy lo preparé con la ayuda de tus hadas madrinas personales, Cynthia, Valeria y Laura, ese trío te adora y harían lo que sea total de verte feliz…igual que yo amor.       
      
- Me encanta Leo, ¿podemos?

- Claro nena, acércate es para ti- le indico.

Es un espectáculo a la vista, Tati parece una niña el día de navidad abriendo sus regalos, tiene una gran sonrisa plasmada en su cara, mira todo con una expresión de alegría.

En realidad no es la gran cosa, un detalle muy sencillo, pero pensé le gustaría, busque cada una de las fotos que tenia de nosotros desde que estamos juntos y mande a hacer un gran collage en forma de corazón con ellas, en el centro esta una muy especial, la que nos trajo hasta aquí, el día que finalmente se lo propuse y  decidió ser mi esposa.

Luego de examinar detalladamente las fotos, al parecer recordando que hicimos en cada una de ellas, se acerca a la mesa onde están dispuestas tres pequeñas cajas y un sobre. Se acerca mas que intrigada, lo se por su ceño fruncido.






- Amor – dice tomando una de ellas entre sus manos y girándose hacia mi -  por favor dime que no mas joyas, ya me has dado suficientes y…

-  Esto es distinto nena, abre la mas grande primero por favor – la interrumpo, no quiero diga nada antes de ver lo hay dentro.

Lo hace aun sin gustarle mucho la idea de que esté regalándole más cosas, saca el llavero que está dentro y me mira aun sin salir de su desconcierto.





- El primer regalo a mi adora esposa, es un apartamento aquí – dijo esclareciéndole la duda que refleja su rostro- se lo importante que es tu abuela, tu hermana y por mas que pelees también tu mama, así que allí tienes un lugar donde quedarte y al que podrás, mejor dicho – aclaro acercándome a ella – podemos venir cunado nos plazca a visitar a nuestra familia, porque a partir de hoy somos todos una gran familia.

- No debiste amor… pero si no lo hicieras dejarías de ser tú, ¡Gracias! – responde ella y puedo notar que a pesar de todo está emocionada.

- Ya esta amueblado y decorado, pero si quieres cambiar algo solo hazlo.

- No creo que haga falta, confío en su buen gusto Sr. D’Lucca- indica muy melosa.

- Gracias por su voto de confianza Sra. D’Lucca, pero debo advertirle, que a quien deberá agradecer o por el contrario reclamar es a su hermana de parrandas y su nueva protectora la Srta. Miller.

- jajaja pues en ella confío algo también, así que estoy tranquila- señala tratando de parecer seria- de verdad amor, esos detalles no importan Gracias por pensar en todo, te amo

Acto seguido me da un beso que de principio sería casto, pero mis ganas de mas fueron incrementándolo hasta casi dejarnos sin aliento, es que solo de tener a Tati cerca mis hormonas se comportan como las de un adolescente, si no es porque de seguro alguien nota nuestra ausencia la haría mía aquí mismo. Así que decido detenernos antes de llegar al punto de no retorno.
 - A ver continuemos con sus presentes amada mía- expreso aclarándome aun la garganta, mi voz esta ronca y mi deseo visible, palpable y notorio bajo mi cintura.

- Usted dirá cual debo abrir ahora Sr.

- Es el turno de la cajita alargada – indico señalando con el dedo.

Se gira y trata de dar un paso para tomar el regalo, pero la tengo aun rodeada con mis brazos, me niego a soltarla, así que camino con ella para que pueda lograr su cometido, y yo el mío.

Tati solo sonríe y niega con la cabeza en respuesta a mi gesto, pero no se queja, aja también quieres quedarte así ¿NO?

Abre la segunda caja, toma las pulseras en sus manos las levanta y me mira, como pidiéndome que le explique a que se deben.


- Que te puedo decir, las vi me gustaron, imagine se verían lindas en tu muñeca, ésta- señalo la que tiene detalles marinos- la podrás usar en nuestra luna de miel, la otra- ahora toco la que es de motivo navideños- apenas la mire pensé en ti y lo mucho que te gusta la Navidad, y esa –le señalo la ultima – combina con el llavero, por eso de la cajita, no se es bonita y creo no tienes de esas – expongo encogiéndome de hombros, la verdad solo quise comprarlas y ya.





- Me encantan Leo, son sencillas pero especiales

- Son de un nuevo metal, el Rubedo. Con una base de cobre y aleación de diferentes metales su formula exacta es tan secreta como la de la Coca-Cola – expongo tratado de sonar serio y profesional.

- jajaa, bueno saberlo, están preciosas de verdad me gustan mucho, de nuevo gracias

Agrega con una gran sonrisa, vaya se lo ha tomado mejor de lo que esperaba, pues ya estaba preparado para convencerla de aceptar los obsequios.

- Ahora esta ultima cajita, contiene algo muy especial e invaluable para mi, y de verdad espero te guste y lo aceptes – tomo la pequeña caja entre mis manos y se la entrego.

La abre y al ver lo que hay dentro abre sus ojos y se lleva una mano a su boca.




- Cuando le dije a mi abuelo Ángelo lo mucho que te amaba y le conté lo seguro que estaba de haber encontrado a la mujer de mi vida y que quería pedirte fueras mi esposa – comienzo mi explicación – lo único que lo entristeció fue el hecho de que se había extraviado el anillo que el le dio a la nonna Ana cuando se prometieron, nunca se supo que paso con el, así que me entrego éste. Fue un obsequio por su 50 aniversario y una renovación de todo ese amor que sentían el uno por el otro y como sabes ella murió a los meses; me pidió que por favor te lo entregara, que ya sabría yo el momento adecuado, que mi corazón me lo indicaría, pues bien – tomo su mano y la acerco a mi corazón que debe estar latiendo a mil por segundo-  se que este es el momento, para ellos fue un final, un cierre, pues hoy que iniciamos una vida juntos este anillo junto con nuestras alianzas forman parte de un comienzo, del hermoso camino lleno de felicidad que esta por venir. Recíbelo como una extensión de mi amor y mis votos para ti. Y una bendición de un gran amor como el de los nonnos.

Siento que el tiempo se detiene mientras nuestras miradas se encuentran, el mundo desaparece y solo estamos nosotros, el amor y éste deseo que corre por mis venas y despierta una pasión desmedida; amo con locura a esta mujer y haré todo lo que este a mi alcance por hacerla feliz.


                                  << >>

Mientras en el salón…

- ¿Laura, ya los tórtolos están mirando la sorpresa?

- Si Cynthia, hace una rato el Sr. D’Lucca me indico que irían para allá- responde ella siempre tan formal.

                                                       Laura Alcala


- ¡¡Perfecto!! Por favor está pendiente y evita a toda costa que los molesten, no les digas a nadie, óyeme bien a NADIE en donde están, tú te haces la desentendida, después de lo que pasó, merecen un rato a solas.

- La verdad es que si, a la pobre Tatiana le toco fuerte con esas mujeres en plan de dos contra una.

- ¿Qué? – pregunto confundida

- Si, como usted dijo señorita se merecen un rato tranquilos después de tan fuerte discusión con esas dos, si no es porque llame al Sr. Leonardo y les impide continuar…

- ¿De qué discusión y de qué mujeres me hablas? – pregunto ya descontrolada alzando un poco la voz.

- Disculpe, pensé que se refería a eso cuando dijo… lo lamento.

- No lamentes nada y dime ya que fue lo que pasó. – a lo que Laura abre los ojos como plato – y no me veas así, desembucha con puntos y comas, me explicas que carajo ocurrió.

A medida que Laura me cuenta lo que alcanzó a oír de la discusión  y todo lo que esas víboras le soltaron así no mas a Tatiana, siento que mi sangre se calienta, quiero despellejar a esa zorra entrometida, cizañera, buscona…uy pero me va a oír, si señor, puede que a la estirada de la mama de Leo, la respetable señora Emily Stone de D’Lucca no le pueda decir sus verdades, aunque merezca le lean la cartilla; pero la descarada de Kathleen se salva de una pulmonía, pero de mi no.

- No te preocupes Laura yo me hare al desentendida, pero dime una cosa, ¿sabes si ya regreso esa mujer?

- ¿Quién? – pregunta sin entenderme

- Kathleen, me dijiste que salió a su hotel y regresaba, ¿sabes si ya lo hizo?

- No, pero debe estar ya por llegar, pues el chofer me avisó  cuando salieron del hotel hacia acá- me explica.

- ¡Perfecto! Ahora por favor está pendiente de lo que te indique, que nadie moleste a los señores D’Lucca, si necesitas algo me avisas y si “alguien” se pone insistente – digo refiriéndome a la querida suegra de Tatiana- pues les explicas que hablen conmigo y yo me haré cargo desde allí.

- No se preocupe, todo estará bajo control, si no necesita nada mas, voy a inspeccionar el área externa.

Dicho esto, sale por las grandes puertas del salón a la parte posterior, yo por el contrario me dirijo a la entrada principal, por donde se supone llegara la mujercita ésta, de camino tomo una copa de vino para calmarme un poco, tampoco quiero arruinarle la boda a mi amiga con un espectáculo, pero si pienso poner en su sitio de una vez por todas a esa.

Pasan unos 20 minutos hasta que diviso uno de los autos dispuestos para llevar y traer a los invitados, por lo que asumo que allí viene Kathleen, me acerco un poco pero sin dejarme ver, no le quiero dar la oportunidad de huir; hasta que observo como el carro se detiene, el chico de la entrada abre la puerta y ella baja, viene descuidada leyendo y escribiendo algo en su teléfono por lo que puedo acercarme sin que ella lo note.

- Kathleen- digo con un tono seco.

- ¡Oh por Dios! Que susto me has dado, ¿es que a ustedes no les enseñan modales? – dice llevándose una mano al corazón.

- Tendrás la conciencia muy sucia que sólo con oír tu nombre te sobresaltas de esa manera- expreso con la mayor ironía posible.

- No se a que te refieres, pero te repito no es de buena educación acechar así a las personas- alega en su defensa.

- No te estoy acechando, te estoy esperando, que es muy diferente.

- Que, ahora formas parte del protocolo de bienvenida –se burla de mi, ¿en serio?

- No sabia que además de zorra, mentirosa y regalada debo sumarle el de payasa también – si ella se mofa yo respondo.

- ¿¿¿Cómo te atreves???

- ¿Cómo me atrevo? preguntas… ¡descarada! ¿cómo te atreves tú? aparecerte aquí cuando perfectamente sabes que no eres bienvenida, no conforme con eso, te lanzas sobre Leonardo, un hombre casado, que acaba de jurarle su amor y fidelidad a la UNICA mujer que AMA, con la que quiere pasar el resto de su vida.

- Por favor que ilusa eres, ¿de verdad crees en cuentos de hadas y los finales felices? – pregunta incrédula – esperaba eso de Tatiana porque es ingenua, ¿pero de ti? la verdad Cynthia te hacia mas inteligente pero veo que eres igual que ella.

- No se si los cuentos de hadas son reales o no, pero el amor que hay entre ellos si es real y aquí la única ingenua eres tú si no quieres darte cuenta de eso, y disculpa te lo diga pero aunque el papel de zorra te queda a la medida- le digo señalándola por entero, para que me entienda-  no te imaginas lo patética que te ves. La verdad me da pena ajena ver como en cada oportunidad te le ofreces a Leo y el como puede te sacude, amiga por favor mira un poco mas allá de tu empolvada nariz y te darás cuenta lo que ye digo.

- Si crees que un insulto tuyo me asusta, es que no me conoces para nada…

- Quizás sus insultos no, pero ten la seguridad que un puño mío en tu cara y una patada en tu trasero si lo harán- le informa Valeria y se le para de frente, tan cerca que casi rozan sus narices.

- ¿Y tu quien demonio eres? Ahh ya de seguro familia de Tatiana, por lo mal educada y ordinaria – apunta Kathleen con desprecio.

- Soy su hermana – responde Val- y a diferencia de ella me importa una mierda lo que piensen la familia de Leo o cualquier invitado – le dice tomándola fuertemente por un bazo – y mucho menos lo que creas tú, zorra. Así que déjame explicarte esto una sola vez, porque idiota eres pero no sorda, no te acerques a mi hermana y menos a mi cuñado, pues ten por seguro que te vas a arrepentir no me conoces ni sabes de lo que soy capaz, y puedo garantizarte que no te quieres enterar y antes que preguntes, amenaza, aclaración, advertencia… ¡¡¡lo puedes tomar como te de la puta gana!!!

Dicho esto la suelta empujándola, haciéndola tropezar y sujetarse a la puerta para evitar caer al suelo. Kathleen no sale de su asombro aun tiene con los ojos muy abiertos y puedo notar que está temblando, creo que Valeria logró lo que quería, asustarla.

- Creo que no debo confirmarte que cada palabra que salio por su boca las cumplirá – señalo la espalda de Valeria que ya va de regreso a la recepción-  es hermana de Tatiana, pero no he conocido a dos mujer mas distintas, así que yo que tú de ahora en adelante me andaría con pie de plomo – le dijo tratando controlar mi risa, esta mujer esta verdaderamente asustada- ahora si me disculpas, voy a buscar una bebida y a continuar disfrutando la fiesta, creo que deberías hacer lo mismo, al menos lo de la bebida, por lo visto la necesitas.

Me giro y  me voy, ahora si riendo a carcajadas, la dejo allí muda, estática sin entender ni creer lo que le acaba de ocurrir, abordada y amenazada por dos, mira que si nos poníamos de acuerdo no salía tan bien. Ahora a buscar a Valeria, esto hay que celebrarlo.

Entro al salón y lo escaneo buscándola con la mirada, hasta que la encuentro, esta sentada conversando y riendo como si nada hubiera pasado, de verdad esta chica es de temer, hasta a mi me asusta.

Me voy acercando a la mesa donde está reunida con algunos amigos y le hago señas para que me siga, tenemos que hablar pero sin audiencia.

Valeria se levanta y justo en ese instante pasa a su lado un camarero con una botella de vino y algunas copas, ella con la mayor sonrisa toma la bandeja y camina en mi dirección, dejando con la boca abierta al mesonero.

- Creo que solo necesitaremos estas- le indico tomando dos copas.

- Y esto por supuesto – responde agarrando la botella y dejando la bandeja en una mesa cercana.

Caminamos al exterior y vamos directo a unos sillones que se encuentran alejados del bullicio. Sirvo nuestros tragos. Cuando cada quien tiene el suyo en mano. Brindamos.

- ¡¡Salud!! Hagamos un brindis por la felicidad de Tati y Leo y porque ninguna mujerzuela se interponga- expreso.

- ¡¡Salud!!- tomamos un sorbo- Por las hermanas y amigas que saben como poner a las zorras en su lugar.

Volvemos a beber un poco de vino entre risas.

- Ahora si Val, cuéntame, ¿cómo supiste donde me encontraba y que estaba con esa? – pregunto.

- Laura – es su explicación.

- ¡Esa mujer vale oro! Pero como supo, no le dije nada.

- No, no lo hiciste, pero al parecer lo intuyó, pues me pidió que fuera discretamente a apoyarte a la entrada principal, que era momento de poner algunos puntos sobre las ies. Por supuesto no entendí nada, hasta que llegué y las escuche discutiendo, por lo que simplemente esperé el mejor momento para salir…y bueno el resto lo sabes. Pero tengo una duda, ¿qué paso? Eso de allá no fue solo por el casi beso que le dio la mujercita esa a mi cuñado…

- En eso tienes razón, eso sólo fue como empezó todo…

Le conté lo mismo que me dijo Laura momentos antes, y decir que Val se puso furiosa, es poco si no la detengo ya estuviera encima de Kathleen demostrándole que todo lo que salió de boca es cierto, su puño y pie aterrizarían en diferentes lugares de su cuerpo.

Después de prácticamente suplicarle que se calmara, que pensara en Tati antes de armar tremendo espectáculo el día de su boda, porque tenia pensado hasta ir a “hablar’ con la Sra. Emily y de seguro con palabras no muy bonitas.

- Esta bien, prometo no decirles ni hacer nada – suspira derrotada, hasta que entra en razón- pero para que quede claro, esto no se queda así Cynthia, si Tatiana no hace nada te juro lo haré yo y nos le va a gustar nada nadita…


                               << >>

Aun mirándonos a los ojos, olvidándonos del mundo que esta a nuestro alrededor, abro la caja donde esta el anillo y lo deslizo en su dedo, le queda perfecto, como si fuera hecho para ella, otro indicio mas de que es la indicada, que el destino nos unió porque nos pertenecemos desde mucho antes de conocernos.

Ella aun no emite sonido alguno, rompe el contacto visual solo para detener su mirada en la joya que ahora reposa en su dedo y veo como una lagrima comienza a rodar por su mejilla casi puedo escuchar cómo trata de ocultar un sollozo.

- Nena por favor no llores, no lo soporto.

Me abraza fuertemente y se acuna en mi pecho, siento como su cuerpo tiembla, como respira profundo una y otra vez tratando de serenarse y no guindarse a llorar.

- Ya mi vida, si se que te ibas a poner en este estado…

- Lo lamento- dice a la vez que vuelve a posar sus ojos en los míos – es que creo hoy han sido muchas emociones y estoy sensible, llegas tu me das esta hermosa sorpresa llena de detalles y este anillo…

- ¿Te gusta? – pregunto, pues aun no me lo ha dicho

- ¿Gustarme? Me encanta, más que por la sortija en sí, por lo que simboliza, lo que significó para tus abuelos, se lo mucho que se amaban, lo que aún el Sr. Ángelo la ama a pesar de su partida  y que él te lo haya entregado para que me lo dieras, sencillamente es algo que me supera.

- El nonno entiende lo mucho que significas para mi, lo grande que es al amor que siento y que jamás existirá ninguna otra mujer en mi vida… bueno eso hasta que tengamos una pequeñita correteando por allí- digo guiñándole un ojo.

- TE AMO mas de lo que nunca imaginé, eres la respuesta a la plegaria de toda mujer, eres sexi, guapo, exitoso, talentoso, inteligente… ¿qué más puedo pedir?

- Sólo quiero ser la respuesta  a tus plegarias nena, pues tú lo eres para las mías, eres una mujer maravillosa, encantadora, luchadora, brillante, hermosa, dulce,  increíblemente sexi, si no me mires así, tu sensualidad es única, pues es natural, no tienes que esforzarte por sobresalir, y mientras mas te escondes mas te haces notar, te amo por todo eso y por la persona que me convertí desde que estas a mi lado, para ti, por ti, por nosotros cada día quiero ser una mejor persona, quiero llegar a ser el hombre que mereces…



Quiero agradecer a cada una de las personas que toman un poco de su tiempo para pasear por el blog y leer la historia de Leonardo y Tatiana, los ahora Sres D’Lucca.
Ustedes son muy importantes para mí.

He sido bendecida al poder contar con la ayuda de alguien súper increíble y especial. Susana Mohel gracias por tu apoyo incondicional y tu sinceridad en todo momento, como te he dicho eres Única.