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miércoles, 15 de enero de 2014

Capitulo VI



Déjame quererte, permíteme hacerte feliz…


Al escuchar la clara amenaza de Kathleen siento a Leonardo tensarse y trata de girarse para enfrentarla, por lo que le aprieto un poco la mano que me tiene tomada para que me mire, cuando sus ojos se posan sobre los míos le digo un silencioso “No” a la vez que hago un movimiento de cabeza. Me niego a darle el gusto de otro enfrentamiento a esa mujer. Leo suspira, cierra los ojos, se que esta tomando todo su auto control no hacerle frente a esto, sin voltearse le dice

- Srta. Reynold, le sabría agradecer que recoja sus pertenencias y se valla a su hotel su presencia ya no es bienvenida en nuestra fiesta, nunca lo fue – expresa Leo con una voz que no denota ningún sentimiento- y si sabe lo que le conviene lo hará sin montar espectáculo alguno, le recuerdo que de ser así, usted saldrá muy mal parada, será la mas perjudicada en todo esto.

Dicho esto salimos de la habitación, por su expresión se que esta molesto, sinceramente yo solo quiero matarla, como esta arpía logro amargarnos un momento tan especial.

Seguimos caminando, ninguno de los dos ha dicho una sola palabra, creo que ambos necesitamos algo de tiempo para digerir lo que nos acaba de pasar, a lo lejos veo que mi suegra esta con una copa en la mano, conversando con unas amigas, riendo como si nada hubiera pasado. Miro de reojo a Leo, creo que piensa lo mismo que yo, pues sus ojos están en la misma dirección que los míos y solo niega con la cabeza. En ese instante Emily se gira hacia nosotros, creo que quizás siente que la observamos, levanta su copa como diciendo salud, le sonríe a su hijo, pero a mi me da la mirada mas fría y desdeñosa que he sentido en mi vida; esta claro a pesar de todo a esta mujer no gusto ni un poquito.

Un mesonero pasa a nuestro lado, Leo le pide unas bebidas y que por favor le avise a la Srta. Alcalá que necesita hablar con ella.

Seguimos hacia nuestra mesa vemos que se acerca Laura con una bandeja en sus manos, nos sirve los tragos, un vino para mi y whisky seco para mi esposo, creo que le hace falta para calmar su estado animo, a quien engaño hasta yo lo necesito si quiero relajarme, así que sin darle chance, tomo su vaso y lo bebo de un solo trago. Aghhh no me gusta, me quema la garganta, el estomago…pero calma los nervios.

-Nena! - me reprende Leo ante una atónita Laura, a la que casi se le salen los ojos de sus orbitas de tanto que los abrió.

-Lo necesitaba- respondo lo mas sincera que puedo encogiéndome de hombros

- Lo siento tanto amor, todo esto es mi culpa…

- No Leo – interrumpo – es culpa de esa mujer, pero ya se acabo, por favor no lo menciones mas quiero dejarlo de lado ha fastidiado nuestro día, solo deseo olvidarlo – le digo aguantando las lagrimas que amenazan con salirse

- No se ha arruinado nena, solo ha sido un mal rato pero nada mas, no permitas que un día tan importante se vea opacado por eso – me toma las manos las lleva a sus labios y me da un tierno beso – no vale la pena Tati, prometo que ni lo recordaras con las sorpresas que aun estar por venir

- Mas sorpresas – indico levantando una ceja

- Estas son de las buenas – expone con una sonrisa

Le hace seña a Laura que hasta hace un instante reparo se había apartado un poco para darnos privacidad, esta chica es súper. Le explica algo y le da ciertas instrucciones, ella frunce el ceño, mira en dirección al reservado, asiente y sale de volada dando indicaciones por su micrófono, a la vez que con un gesto de sus manos llama a los de seguridad que están cerca. Si definitivo, Leo no quiere mas problemas.

- Qué fue todo eso?- inquiero señalándolos

- Nada de lo que debas preocuparte amor- manifiesta Leo a la vez que se acerca a mi- te lo dije antes mi vida, vienen sorpresas que mejoraran tu animo, te harán sonreír y olvidar el mal rato de antes…

- Gracias! Eso es lo que necesito en este momento, que me dices de ti, estas bien?

- Sólo si tu lo estas amor – expone con preocupación

- Contigo a mi lado siempre estoy y estaré bien Leo – me acerco y lo beso tiernamente

- Entonces no debo preocuparme, porque no pienso separarme de ti ni un instante – ni termina la frase cuando me toma en sus brazos y roza mi boca con sus labios – Te Amo tanto Tati, eres mi todo.

No me deja responderle porque mi boca es presa de la suya en un beso necesitado, donde nos decimos lo que sentimos por el otro, sus manos no paran de acariciar mi espalda, de esa manera tan especial que logra desconectarme del mundo y olvidarme de todo. Con su lengua recorre toda mi boca, juega con mis labios mordisqueándolos y haciéndome gemir bajito.

Seguimos en nuestra burbuja personal, ralentizando nuestras respiraciones que estaban a mil después de tan efusiva muestra de cariño, poso mi cabeza en su hombro y le rodeo su cintura con mis brazos, por su parte me aferra a él como si tuviera miedo de soltarme, lo entiendo pues me siento de la misma manera.

Aun envueltos en un abrazo caminamos en silencio, Leo me acerca a la pista de baile; como me conoce, sabe que esto me ayudara a relajarme y calmarme. Al llegar a ella se oyen las pistas de una canción del grupo Sin Bandera “ Que me alcance la vida”



Tantos momentos de felicidad 
Tanta claridad tanta fantasía 
Tanta pasión tanta imaginación 
Y tanto dar amor hasta llegar el día 
Tantas maneras de decir te amo 
No parece humano lo que tú me das 
Cada deseo que tú me adivinas 
Cada ves que ríes rompes mi rutina 
Y la paciencia con la que me escuchas 
Y la convicción con la que siempre luchas 
Como me llenas como me liberas 
Quiero estar contigo si vuelvo a nacer 
Le pido a dios que me alcance la vida 
Y me de tiempo para regresar 
Aunque sea tan solo un poco de 
Lo mucho que me das 
Le pido a dios que me alcance la vida 
Para decirte 
Todo lo que siento gracias a tu amor.



- Eso es lo que mas deseo – expresa Leo con la voz melancólica

- A qué te refieres?- expongo dudosa

- Que me alcance la vida para darte la felicidad que mereces- suspira- para pagarte con muchas sonrisas lo que has hecho por mi nena, me rescataste de mi mismo, gracias a ti estoy viviendo, no lo que hacia antes- dice negando con la cabeza y los ojos cerrado – me estaba auto destruyendo, iba en camino a la perdición

- No hables así Leo – le toco la mejilla a lo que el se mueve hacia mi gesto – no era la mejor manera de hacer las cosas, eso seguro, pero eres demasiado inteligente para no darte cuenta a tiempo y reaccionar, además tienes una familia que te adora y no lo hubieran permitido. Creo que tus amigos tampoco.

- No nena, no te equivoques. Nada hubieran podido hacer ellos, solo tú tienes el poder de rendirme a tus pies, gracias a ti y por ti veo la luz

- Amor…

- Es cierto amor- me impide continuar – por favor no me dejes nunca no lo soportaría, prométemelo- casi es una suplica

- Leo mírame – le exijo – te amo con todo mi ser, jamás creí podría ser tan feliz como lo soy contigo, por ti estoy dispuesta a todo y eso me asusta

- Por qué? – pregunta confundido

- Puedo resistir casi cualquier cosa, menos que me engañes, eso no se si conseguiría aguantarlo, pero sinceramente no se si eso seria peor que vivir sin ti

- Óyeme bien Tatiana Echeverria jamás lograría estar en otros brazos que no sean los tuyos, ni besar otra boca que no fuera esta – explica rozando mis labios con los suyos- así que no debes preocuparte por eso

- Entonces no debes hacerlo tú tampoco, no te voy a dejar ir.

Seguimos danzando al ritmo de cada canción que colocan. Pasan las horas y compartimos con amigos y familiares, disfrutamos nuestra noche y el evento con esa mujer esta olvidado, bueno casi si soy sincera aun no logro borrar de la memoria cada palabra…y esa ultima amenaza.

Degustamos una rica cena, hay varios menús para todos los gustos. Entre las bellas sorpresas de mi esposo puedo contar unos hermosos mariachis, la famosa hora loca con el grupo de parrandita incluidas mascaras, gorros, lentes, pitos, matracas, serpentinas…en fin cualquier cantidad de accesorios, todos con nuestras iniciales marcadas, un hermoso detalle del Sr. D’Lucca.

Son más de las dos de la mañana y aunque estoy agotada, quiero seguir disfrutando, estoy en la pista de baile con Cynthia, Val y algunas amigas, puras chicas todas bailoteando, algunas se han quitado hasta los zapatos para poder hacerlo mejor, yo solo las miro riendo, escaneo el salón buscando a mi amado esposo hasta que lo encuentro cerca del mini bar conversando con amigos, pero claro sin quitarme la vista de encima, cuando nuestros ojos se encuentran me sonríe de una manera que hace que me estremezca y mis ojos se iluminen “amo a este hombre con mi alma” le lanzo un beso y en respuesta me guiña un ojo, luego cada quien continua en lo suyo.

De repente siento que me tocan el hombro, emocionada me volteo pensando encontrarme con mi apuesto hombre de ojos claros, pero para mi sorpresa y decepción es uno de los mesoneros, el cual sólo se limita a entregarme una hermosa rosa blanca con una gran sonrisa de complicidad.



Me quedo en medio de las chicas, que aun siguen en su loco baile, mirando extrañada la hermosa flor, aunque supongo quien esta detrás de todo esto, aun no lo entiendo.

Giro en dirección donde esta mi esposo, corrijo donde estaba porque ya no lo veo, ahora si que estoy confundida. Aun sin salir de mi desconcierto se me acerca otro del personal del servicio a estregarme una nueva rosa, que en esta ocasión es de un rojo intenso. OK por favor que alguien me explique que esta pasando.



Sigo deambulando por la estancia sin saber donde se ha metido Leo, se lo ha tragado la tierra! En medio de mi infructuosa búsqueda se acercan mas chicos a entregarme alternadamente rosas blancas y rojas. Tengo tantas que ya casi ni puedo sostenerlas, si no conté mal creo que estoy cargando unas treinta rosas en total ¿qué tramas ahora Leonardo D’Lucca?

De repente el sonido de la música se apaga, al igual que todas las luces, esto no puede estar pasando justo en este instante ¿en serio? De repente se ilumina un camino que da hacia el exterior, ya decía yo


Sigo el sendero iluminado, aunque nadie me ha dicho que lo haga, estoy segura que al final encontrare las respuesta que busco donde esta mi esposo y el significado de las rosas. Mi corazón ya esta acelerado por la emoción y la expectativa de lo que esta por venir. Continúo caminando hasta que a lo lejos puedo divisar mas luces…y el lago, había olvidado que estaba allí.

Puedo ver que alrededor del mismo hay una cantidad de personas vestidas de blanco completamente, con pequeños candelabros de velitas en sus manos, a medida que me acerco, se agachan y las colocan en el agua, tienen un efecto sublime en contraste con la oscuridad del cielo y el resplandor de la luna. Es sumamente hermoso.



Embelesada estoy mirando las diminutas velas que no me doy cuenta que cerca están nuestros invitados, con algo en sus manos, unos bellos globos blancos y rojos en forma de corazón llenos de helio, con una cinta por donde los sostienen, hay quienes tienen mas de uno. Así que ellos son cómplices de todo esto, pero aun no he visto al actor intelectual.

Como si me leyeran el pensamiento un grupo de amigos se hacen a un lado, por lo que puedo ver como se acerca Leonardo con una sonrisa radiante en sus labios y sus ojos iluminados. También trae en una mano un inmenso globo blanco en forma de corazón dentro del cual hay dos mas pequeños de color rojo de igual forma y una hermosa rosa azul en la otra.

Se aproxima hasta donde me he quedado petrificada, mis piernas no responden, estoy en shock, no dejo de mirar a todos lados.

- Nena estas bien? pareces asustada- pregunta Leo que ya esta a mi lado con una cara de satisfacción, sabe que me ha impresionado y de buena manera.

- Asustada no, conmovida amor ¿qué es todo esto? – pregunto señalando el lago, los globos y levantando el inmenso ramo de flores que aun mantengo en mis temblorosas manos.

- Te dije que vendrían sorpresas esposa mía, esto es parte de ellas – dice al tiempo que me da un inocente beso- las treinta rosas que te envié mas ésta - me entrega la rosa azul -simbolizan los meses desde que nos conocimos treinta y un rosas, una por cada mes, dos años y siete meses desde que te vi por primera vez.



Pasmada es poco, aun no he asimilado este maravilloso regalo, por lo que Leo continua…

- Como sabes el significado de las rosas rojas es el amor y el respecto, posee un costado sensual exquisito, igual que tu Tati, evoca sentimientos románticos, pensamientos de pasión, transmite el significado del amor…una excitación romántica del amor – prosigue - Las blancas son la pureza y la inocencia, en la pareja transmiten que quieren un futuro sólido, el futuro que anhelo para nosotros. Si unimos estas rosas, las rojas y blancas el mensaje es una invitación al amor carnal – dice de manera picara moviendo sus cejas de manera juguetona – y ésta última – dice señalando la azul – para agradecerte el haber confiado en mi, permitirme estar a tu lado y ganarme tu corazón.

- Yo…-trato de articular algo coherente pero fallo estrepitosamente

Leo niega con la cabeza a la vez que posa un dedo en mis labios para que no diga nada, aunque dudo mucho que pueda, simplemente las palabras no salen de mi boca. Le hace una señal a Laura quien se acerca e intenta tomar las flores. Instintivamente las aprieto mas a mi cuerpo, no las quiero soltar. Leo sólo sonríe, asiente como pidiéndome que haga lo que me dice. Sin estar muy convencida aflojo mi agarre, mi coordinadora ríe por lo bajo, se lleva mi hermoso ramo, lo sigo con la mirada, ya se que es tonto pero no quiero que se las lleve…

- Los globos – explica mi amado- que son novecientos ochenta y seis en total, simbolizan el tiempo en días desde que Dios hizo coincidir nuestros caminos. En cada uno hay un deseo, oración o petición éste que tenemos aquí- dice mientras me da para que entre los dos sujetemos la cinta-            representan nuestros corazones unidos en un solo.

Ya las lagrimas caen solas por mis mejillas, este gesto mas que una hermosa sorpresa es la expresión del amor que existe entre los dos, detrás de todo el caparazón de hombre duro de negocios hay un noble corazón, un romántico y apasionado ser que es mío y solo mío.

- Me he quedado sin palabras Leo…un simple gracias se queda corto- musito en un hilo de voz.

- No tienes que decir nada Tati, lo hago no para que lo agradezcas amor sino porque me nace, como te mencione antes, mi misión de ahora en adelante es hacerte feliz, que cada día sea mejor que el anterior. Hacerte realidad todos tus sueños, ayudarte a alcanzar cada una de tus metas, estar a tu lado siempre y en todo lugar, vivo por y para eso.

Me acerco a su cara, le doy un tierno beso a la vez que lo acaricio y me aferro a su cuerpo, lo abrazo fuertemente el hace lo mismo. Así permanecemos en el lugar unos minutos después de los cuales Leo interrumpe

- Aunque podría quedarme así por siempre ha llegado el momento de soltar a estos pequeños – explica refiriéndose a los globos- es hora de que inicien su largo camino hasta el infinito.

Me toma de la mano, nos acercamos a nuestros amigos y familiares de los cuales me había olvidado por completo, al llegar se acerca Laura con un pequeño micrófono que le entrega a mi esposo.

- Muchas gracias a todos por ser partícipe de esta sorpresa para mi bella esposa, como ya les explique en cada globo hay deseos, oraciones, peticiones, no solo para y por nosotros dos – expresa Leo señalándonos – sino que para y por ustedes también, pues forman parte de la felicidad que hoy nos embarga, muchos han aportado su granito de arena para que podamos estar aquí celebrando nuestra unión, unos mas que otros claro esta – a lo que todos reímos, que ocurrencias tiene este hombre- gracias por ser testigos del día mas especial de que me ha tocado vivir, casarme con Tatiana es mi sueño hecho realidad…

Después de estas cortas pero sinceras palabras, Leo me da un suave beso, algo mas como un simple roce de labios, dejándome con ganas de mas, mucho mas.

Acto seguido soltamos el gran globo que sostenemos juntos y vemos como empieza a ascender hacia el estrellado cielo, al instante se le unen los demás llenando de inmediato las alturas de corazones rojos y blancos.



Cuando han ganado algo de elevación empieza a sonar una hermosa melodía tocada por un cuarteto de cuerdas.



- No deja de sorprenderme Sr. D’Lucca – le expreso a la vez que llevo mis manos a su cuello

- Espero no defraudarla Sra. D’Lucca – me indica mientras me toma de la cintura – me concede esta pieza por favor? – pregunta muy cerca de mi boca

- Ésta y muchas mas…

Danzamos al ritmo de la canción, mientras que sus labios buscan desesperados los míos, me besa con una pasión que hace que cada poro de mi piel transpire y mi corazón golpetee como si quisiera escaparse de mi pecho. Su lengua recorre cada rincón de mi boca, estoy rendida en sus besos, sus caricias, me aprieta contra su firme cuerpo para que sienta su creciente erección.
Continuamos bailando, rozándonos, dejando atrás los problemas, el pasado, el miedo…mirando hacia adelante donde nos espera un futuro juntos para disfrutarlo al máximo, donde no existe nada que nos pueda separar porque nuestro amor puede contra todo.

Estoy muy cómoda en lo brazos de mi amado esposo cuando observo que solo hay algunas parejas a nuestro alrededor, quizás varios se fueron, aunque a lo lejos aun se ve gente en el salón y eso que casi esta amaneciendo, no se como Leo no me secuestro antes para irnos al hotel, yo no hubiera puesto mucha resistencia la verdad.

Como si pudiera leer mis pensamientos y saber cada cosa que pasa por mi cabecita Leo me pregunta

- Sra. D’Lucca lista para irse?

- No hay nada que quiera hacer mas que eso amor – confieso melosa

- Perfecto, vamos entonces – responde, sin darme chance a protestar me levanta en sus fuertes brazos y me lleva de regreso al salón

- Si mal no recuerdo sólo debes hacerlo al entrar a nuestra casa o a la habitación del hotel para la luna de miel
- Quién lo dice?- pregunta serio

- Es la tradición – afirmo

- Pues esta es mi nueva tradición, problema resuelto

Resoplo, pongo los ojos en blanco, este hombre todas las gana, en vez de contador debió haber sido abogado seria el mejor, seguro no pierde un caso. Aunque como contador no lo ha hecho nada mal, es uno de los mejores del país a pesar de su corta edad.

- Estoy muy orgullosa de ti – suelto de repente

- Por llevarte en brazos? – pregunta extrañado

- No tontito por ser quien eres una excelente persona, noble, cariñosa, amable, sincera… uno de los mejores contadores del país, lo has hecho muy bien amor, muy bien.

- Te falto algo…

- Si si si – lo interrumpo- se me olvido decir guapo y sexi

Leo suelta una sonora carcajada a la que segundos después se le une la mía.
- No me refería a eso, aunque es verdad – expone Leo con firmeza – olvidaste mencionar lo que he hecho mejor, que ha sido casarme contigo, ese es mi mayor logro hasta ahora, lo demás ha perdido importancia

Leo me sigue llevando cargada, pero eso no impide que lo vuelva a besar una y otra vez hasta que llegamos a la entrada del lugar.

Por increíble que parezca casi todos los invitados aun están en el salón, algunos bailando otros simplemente conversando y disfrutando. A lo lejos veo la torta…

- Ohh Dios!!! – exclamo llevándome una mano a la boca

- Qué pasa nena? – pregunta un preocupado Leo acercándome a su cuerpo de manera protectora, mirando en todas las direcciones, que pensara que vi?

- Estas son horas que no hemos partido la torta – contesto levantando las manos

- LA TOR….- suspira, simultáneamente se lleva una mano para frotarse la frente y niega con la cabeza – la torta amor ¿la torta? ¿Es en serio? Tanto alboroto por eso, Dios! me vas a matar de un susto cualquier día de estos

- Hay que picarla, repartirla y guardar la que comeremos en nuestro primer aniversario – manifiesto muy tranquila-

Leo sonríe y sigue negando con la cabeza

- Estas loquita ¿lo sabes?

- Solo un poco, pero igual así me amas y eso es lo que importa -  le doy un pequeño beso, lo arrastro en dirección del rico postre que nos espera- ahora terminemos acá que ya quiero pasar a la siguiente fase, para eso necesitaremos la energía que esta belleza – indico señalando la torta- nos va a proporcionar.

- Eso es seguro, aun faltan sorpresas, pero esas son solo para dos…

Partimos el pastel, comemos y conversamos un rato mas, le dejo indicaciones nuevamente a Laura para guardar la torta que degustaremos en nuestro primer año de casados.

- Estate tranquila, ya todo eso esta listo, se que debo hacer con ella para que se mantenga en perfecto estado – replica una muy calmada Laura

- Si lo siento, soy un fastidio verdad?- le pregunto haciendo un puchero

- Para nada, ha sido un honor estar bajos sus ordenes Sra. D’Lucca

- Ya te he dicho miles de veces que me llames Tatiana y mas ahora que se todo lo que hiciste por mi, muchas gracias…por todo – le doy un fuerte y sentido abrazo

- Todo lo he hecho con gusto, paso de ser un trabajo muy importante a algo personal, eres una mujer excepcional, te he tomado mucho cariño

- Yo igual, eres una gran amiga – le afirmo con sinceridad - o como te ha nombrado mi esposo una de mis hadas madrinas

Tras mi comentario las dos reímos y nos abrazamos nuevamente. Nos despedimos con la promesa de contactarnos luego, pues como no se cuando, para donde vamos, o en que momento regresamos de luna de miel no puedo hacer muchos planes.

Les decimos adiós a los invitados quienes nos acompañan a la entrada, no faltan lágrimas de emoción, nostalgia y alegría, pero lágrimas al fin; así como los aplausos.



Nos montamos en el auto, el cual maneja un chofer, como me explica Leo aunque no esta borracho, ha bebido bastante y no quiere tentar a la suerte, además según palabras textuales “así tengo mis dos manos libres para hacer cosas mucho mas divertidas para ambos”

Vamos en la camioneta, salimos en dirección a las afueras de la ciudad, lo que me extraña

- No se a donde vamos de luna de miel, pero pensé que iríamos a un hotel para pasar la noche o unas horas – expongo confundida

- Algo así – explica un muy callado Leonardo

- No se a donde vamos, ni cuando nos vamos, ni siquiera se si estaremos allí una semana o un mes, como se que llevo lo adecuado- me angustia, no estar enterada de nada

- Tranquila, como te mencione antes yo mismo supervise lo que empacaron, si te hace falta algo mas lo buscamos, pero si no te gusta nada pues compramos todo nuevo

Bufo y me giro a la ventana, estoy exhausta, intrigada y no quiero discutir, en esto llevo todas la de perder. Leo nota que mi estado de animo esta por cambiar por lo que en un rápido movimiento estoy sentada en su regazo.

- Confías en mi nena? – pregunta Leo en un susurro, solo asiento en respuesta – entonces deja todo en mis manos, disfruta y déjame quererte, permíteme hacerte feliz…

Esas palabras, las mismas que mencionó nuestra primera vez juntos, mi primera vez

Me conmuevo solo de recordarlo, fue tan cariñoso tierno y paciente conmigo, se preocupo porque disfrutara, dejara a un lado mis nervios y mis miedos. Así que como aquella vez me dejo llevar, me olvido de todo y me dispongo para gozar.

Él toma mi rostro entre sus manos besando cada parte de mi cara, luego invade mi boca para darme un fogoso beso, de esos que te mueven el piso, sigue repartiendo besos ahora en mi cuello hasta llegar a mis hombros los cuales mordisquea, sus manos ahora están en mi espalda, sujetándome como si fuera a escapar.

Mis manos cobran vida, van directo al nudo de su corbata el cual deshago en segundos, desabrocho los tres primeros botones de su camisa, luego mis dedos recorren su cuello y bajan por su cuerpo pero necesito sentir mas piel, por lo que los botones que aun se mantienen en su lugar en la camisa dejan de estarlo, lo mismo que los del chaleco, solo quedan en su sitio los que están dentro de su pantalón.
 Ahora si puedo acariciarlo como es, sintiendo cada músculo de su abdomen. Me separo de su boca para posar mis labios en su pecho, Leo gruñe por mi acción, ya siento su tirantez bajo de mi, se que esta disfrutando lo que le estoy haciendo.

En un audaz movimiento me sienta a horcajadas, toda una osadía con el vestido aun puesto. Siento sus manos en mi espalda, sin darme cuenta me baja el cierre hasta la cintura. Antes que pueda protestar Leo me  hace callar

- Shhh preciosa, déjame a mi preocuparme de todo, no dejare que nadie te vea así, eres mía, solo para mi

Vuelve a besarme, va descendiendo regando un sendero de besos por mi cuello hasta llegar al escote de mi vestido, justo donde comienzan mis senos…justo en ese instante la camioneta cae en un hueco sobresaltándome y haciendo que Leonardo vocifere un par de maldiciones.

- Lo siento Sr. D’Lucca… no volverá a ocurrir – se disculpa un muy apenado chofer

Aprieto un brazo de mi esposo, le hago un gesto para que se calme y no arme un lío por esto, que culpa tiene el señor que en este país haya un hueco dentro de otro, y que de paso estuviéramos en una situación algo embarazosa si nos vieran en este instante.

- Esta bien, pero tenga cuidado… no queremos que ocurra algún percance.

Mira a los alrededores, me sube el cierre del vestido, trato de bajarme de sus piernas pero el me toma de la cintura mientras él niega con la cabeza, opto por abrochar los botones de su camisa y chaleco que minutos atrás deshice.

- Ya estamos cerca amor – dice mientras me da un beso en la frente

Termino con los botones, solo algunos pues le deje unos abiertos, me encanta formal pero relajado se ve sexi de esa forma. Me acomodo de manera que estoy sentada en su regazo, acunada en su pecho mientras mi esposo me acaricia tiernamente la espalda.

El paisaje es hermoso, al menos lo que logro ver desde mi posición, estamos en la costa, puedo mirar las palmeras y el olor del mar se cuela dentro del auto.

La camioneta se detiene frente a una inmensa casa, que está completamente iluminada, como si nos estuvieran esperando. El conductor desciende del auto y nos abre la puerta, intento bajarme por mis propios medios pero mi querido esposo me lo impide, me agarra fuertemente, conmigo en brazos se desliza del carro, ante la mirada cómplice y las risas de nuestro chofer, que no hace mas que negar con la cabeza ante la situación.



Yo me aferro del cuello de mi marido por miedo a que tropecemos y termines los dos en el suelo.

- Si llegamos a caer te mato Leonardo D’Lucca, te lo juro!- lo regaño muy bajito para que nadie mas que nosotros escuche

- Tranquila, hice mucho ejercicio y levante suficientes pesas, me estaba preparando para algo como esto – informa muy formal

Cruza la puerta, ni me permite observar la estancia pues sube unas escaleras que van directo a una hermosa y amplia habitación

- Sólo espero que tu hayas hecho lo mismo, pues ahora es que viene lo bueno – anuncia Leo a la vez que me posa en  la cama con una mirada lujuriosa…





Susana….
Has estado allí desde el primer momento guiándome, aconsejándome, apoyándome…no lo sabes pero en momentos que dudé, tus palabras me hicieron seguir adelante…
Por todo eso y más un simple GRACIAS no es suficiente, pero lo explica muy bien.


Mis lector@s gracias por tomarse un poco de su tiempo para leer la historia, por entender cuando me atraso en publicar  los capítulos y por siempre estar aquí…besos

4 comentarios:

  1. HOLA MI NIÑA , BIEN VENIDA DE NUEVO , QUE QUIERES QUE TE DIGA ,QUE HA SIDO UN PERFECTO ,ALUCINANTE Y MARAVILLOSO CAPÍTULO LA ESPERA HA MERECIDO LA PENA ,NO ME IMPORTA ESPERAR SI LUEGO NOS REGALAS ESTAS BELLAS FRASES CON TANTO SIGNIFICADO Y TANTO AMOR


    SON UNA PAREJA PERFECTA ESPERO QUE EN EL FUTURO SIGAN TAN ENAMORADOS COMO EN ESTE MOMENTO

    ELLA TIENE MUCHO PARA RECORDAR DE ESTE DÍA




    FELICIDADES

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    Respuestas
    1. Rosario gracias por tus palabras! Me emocionan mucho, son ellas que hacen que todo esto valga la pena...que alguien disfrute lo que escribes...Gracias..

      Ha sido un lindo dia, y le esperan muchas sorpresas a Tati...¿buenas o malas? Descubrelo en el siguiente capitulo..

      Besitos

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  2. Hola!!!
    Hermoso capitulo, es un amor Leo,von cada detalle .
    Saludos y aqui al pendiente del.siguiente ;)



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    1. Hola Lore!! Siii...es un hombre enamorado....detallista.

      Aqui te espero!!

      Besitos

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