Una chica totalmente
diferente…
Estoy un poco ansiosa, no sé que nos espera el día de hoy, aunque anoche
me pareció buena idea, hoy no estoy muy
segura de ello. Me levanto muy temprano, preparo la bañera, me sumerjo
en ella a ver si el agua tibia lava mis dudas y relaja mis nervios. Estoy con
los ojos cerrados, perdida en mis pensamientos, cuando siento unas manos que
tiernamente masajean mis hombros. No abro los ojos sólo suspiro en
agradecimiento.
- Buenos días nena.
- Hola amor.
- Extrañe tenerte en mis brazos cuando desperté – dice Leo muy pegado a
mi oído
- No podía dormir, como era muy temprano me levante, no quise
despertarte – me excuso
- ¿Tu intranquilidad tiene algo que ver con los planes de hoy? – Sólo
asiento – no tienes porque, como te lo mencione anoche, Kate es diferente…dale
una oportunidad, si te sientes incomoda en algún momento del día, podemos
excusarnos de alguna manera y volver, o simplemente decir que queremos tiempo a
solas, lo entenderán.
- Lo sé, es que…no puedo evitarlo
– dudo si mencionarlo, al final lo hago – es su hermana Leo, entiendes porque
me encuentro en esta disyuntiva.
- Lo comprendo Tati, te lo
repito, no quiero que nada te moleste así que mejor rehagamos los planes.
Estoy tentada a tomarle la palabra, hacer otra cosa. Pero por otro lado
no puedo dejar de sentir cierta curiosidad por conocer mas a esta chica, desde
que la vi por primera vez sentí un tipo de conexión. Sus ojos me brindan
confianza, por otro lado debo dejar de lado mis temores y tanta
incertidumbre…por lo que tomo una decisión.
- No te preocupes corazón, ven y báñate conmigo – me arrimo hacia
delante para hacerle un espacio en la tina – que hoy tenemos una jornada
prometedora por delante – me giro para besarlo y así comenzar este bello día de
la mejor manera, en los brazos de mi esposo.
Nos vestimos entre juegos y arrumacos. Me decido por un fresco vestido
coral, sujetado al cuello, de esta manera puedo usar mi traje de baño por
debajo del mismo. Mi guapo marido se ve espectacular, adoro cuando luce ropa
casual, se le ve relajado y sin preocupaciones en su franela blanca, pantalón
caqui completando su atuendo con una gorra negra.
Salimos tomados de la mano en dirección al comedor, para tomar el
desayuno con nuestros nuevos compañeros. Llegamos al salón y enseguida
escuchamos nuestros nombres de boca de Kate que nos señala con la mano que nos
acerquemos.
Al llegar a la mesa donde se encuentran, rápidamente se levantan para
darnos la bienvenida. James saluda a Leonardo con un apretón de mano pero mi
sorpresa es que cuando Kate me da un beso y un pequeño abrazo. Creo que nota mi
asombro porque sonríe y se encoge de hombros, acto seguido saluda de la misma
manera a mi esposo.
Nos sentamos, comenzamos una amena charla, en primer momento sobre lo
que comeremos, para luego hacer ciertos planes para el día paseando por las
Islas Vírgenes. Desayunamos en un ambiente cada vez mas cómodo, entiendo lo que
me dijo Leo, esta chica es súper sencilla, natural. No hay mas que ver su
manera de vestir, habla mucho de su personalidad libre, espontánea. Lleva un
short de jeans, una franela de rayas blancas y rojas. James por su parte va con
pantalones cortos y camiseta.
Terminamos de comer, salimos dispuestos pasarla bien. Recorremos algunas tiendas,
para luego pasar el día en la playa. En el camino Leonardo y James se detienen
en una tienda deportiva. Nosotras decidimos acercarnos a un pequeño local que
se encuentra a unos pocos metros para buscar unas bebidas que refresquen el
calor que esta haciendo.
Al llegar al lugar vamos directamente a una mesa que se encuentra de
costado, donde tenemos una hermosa vista, ya que estamos cerca del puerto,
podemos ver el mar y la playa. Una chica se aproxima para tomar nuestros
pedidos, como es temprano decido tomar una naranjada, con mucho hielo, a lo que
Kate se suma, alegando que ya instalados en la playa podríamos beber algo un
poco mas fuerte, con fuerte se refiere algo con alcohol. La mesera
se retira a buscar nuestras bebidas, dejándonos en un incomodo silencio,
ninguna de las dos sabe que decir, así pasamos unos minutos hasta que ella
decide romperlo.
- Me imagino que conoces a mi hermana – pregunta cautelosa
- Si – digo con un gran suspiro
- Lo lamento.
- ¿Y eso por qué? – pregunto intrigada por su disculpa
- Sé como es Kathleen y lo posesiva que puede llegara a ser cuando…-
puedo ver por su gesto que esta buscando la manera mas dulce de decir sus
siguientes palabras – cuando se encapricha con algo…o alguien.
- La verdad conozco esa faceta de
ella, si te soy sincera no me agrada en lo mas mínimo.
- Puedo decirte que a mi tampoco.
Las dos reímos por el comentario, la pared de hielo que se había
instalado entre las dos está empezando a derretirse. Llegan nuestros jugos y
continuamos conversando. Ella me cuenta un poco de su vida desde que se fue de
su casa, y porque tomo esa decisión.
Resulta que se enamoró de su esposo hace una década cuando lo conoció,
dice que fue para ambos amor a primera vista, cuando apenas tenía veinte anos.
A su familia no le hizo mucha gracia, pues en aquel entonces James era un
simple estudiante de cocina que soñaba en convertirse en Chef, abrir
restaurantes alrededor del mundo. No tenía dinero, y ya por eso no era bien
visto en la sociedad en que normalmente sus padres se desenvuelven, le
prohibieron que saliera con él, pero ella hizo caso omiso.
Mantuvo en secreto su relación por casi dos años, hasta que su hermana
los descubrió, pese a sus ruegos y súplicas, los delató con sus padres. Al día
siguiente se fue de su casa. A los meses se casó con Jamie, como cariñosamente
le llama. Por eso están haciendo el crucero, celebrando su octavo aniversario.
- Pues felicidades entonces – le digo levantando el jugo, chocando los
vasos
- ¡Gracias! Somos muy felices, no me arrepiento de nada…- expresa,
aunque no se si lo hace para mi, o para ella misma.
Enseguida regresan los chicos riendo, conversando, pero sin bolsa alguna
que confirme sus compras.
- Todo este rato y salen sin nada. Luego somos nosotras las mujeres las
indecisas – bromeo -
- Ustedes no sólo son indecisas – Leo se acerca y me da un pequeño beso
- tardan una eternidad en cualquier tienda, al final salen con las manos vacías – levanto
una ceja sarcásticamente, e indico sus manos
vacías – a diferencia de nosotros que somos mas inteligentes y prácticos –
manifiesta con una sonrisa socarrona
- ¿Según tú por qué son mas inteligentes?
- contraataco
- Pues esposa mía, por la sencilla razón que todo lo que compramos va
bien empaquetado rumbo a nuestros respectivos camarotes. Aquí estamos nosotros
disfrutando, relajados y con las manos
libres apara ocuparlas en otras cosas – responde coquetamente.
Me abraza puesto que me he puesto roja cual tomate, le doy un manotón.
Al final todos reímos. James llama a la chica para que los atienda. Piden dos
cervezas. A ellos les vale que sea temprano para beber licor.
Terminamos las bebidas y nos encaminamos a la playa, ya es poco más de
mediodía. Así que iremos directo a un restaurante que le recomendaron al Sr.
Owen. Resulta que James se convirtió en un famoso Chef que cuenta con hasta el
momento cinco restaurantes en diferentes ciudades. Dentro de un mes
aproximadamente abrirá la tercera sucursal en la ciudad de Miami. Por lo que
estarán allí una temporada, puedo observar que Katherine no esta muy a gusto
con la idea, supongo que su familia viva en el mismo código postal no le causa
mucha emoción.
Puedo decir que la entiendo, y más cuando nos cuenta que desde que se
fue no ha vuelto a tener contacto con ninguno de ellos, su abuela paterna trató
de convencerla de regresar, para resolver las cosas conversando como adultos. A
las semanas falleció, ella hizo lo que le había pedido; pero no sirvió de nada,
la despreciaron por preferir a un “estudiante pobretón” como lo catalogo Kathleen
antes que a su familia. Nadie quiso escucharla, así que después de despedirse
de abuela, se largó sin mirar atrás.
¡Vaya! La verdad cuando supe quien era Kate nunca habría imaginado lo
que tuvo que pasar de mano de su propia familia, ellos que debieron estar a su
lado y apoyarla, sólo lo hicieron más difícil. No se podía esperar menos de su
hermana, la verdad que esa mujer es arrogante a mas no poder, no se toca el
corazón ni porque sea su propia sangre. Lo
que te espera Tati…
Llegamos al mencionado lugar, es hermoso. Cuenta con unas mesas con
vista al mar, todo es muy colorido, con toques marinos. James se acerca a la
barra, conversa con uno de los jóvenes, el cual hace un movimiento con su
cabeza, se dirige al fondo del local. En no menos de cinco minutos sale un
hombre vestido de blanco completamente, con un pequeño gorro y secándose las
manos con un paño, camina directamente en nuestra dirección. Saluda a James con
un fuerte apretón de mano. Es el dueño y chef del local, se llama Peter
Sullivan. Se presenta con todos, nos da la bienvenida, nos lleva a un
reservado. Apenas estamos sentados se acerca el mismo chico del bar con una
bandeja llena de bebidas.
- ¡Brindemos por el comienzo de una bonita amistad! – propone James
levantando su vaso -
- ¡Salud! – respondemos al unísono.
- Tienen que venir a la inauguración del restaurante, al llegar al barco
busco los detalles para dárselos. ¡No pueden faltar! – dice Katherine
- Nos encantaría, danos la fecha del evento, si no tenemos otro
compromiso asistiremos – responde Leo, y se que lo hace para no comprometernos
sin antes conversarlo en privado. Estas
aprendiendo Sr. D’Lucca.
- No se preocupen, allí estaremos, así tengamos que cambiar nuestros
planes - le guiño un ojo a mi esposo - ¡Cuenten con nosotros!
- ¡Perfecto! – expresa nuestro nuevo amigo el Sr. Owen.
Continuamos conversando, decidiendo que vamos a almorzar. El camarero se
acerca a tomar nuestras ordenes, rápidamente se acerca el Sr. Peter ofreciendo
encargarse de la selección, quiere deleitarnos con algo especial. James nos ve
como preguntando si estamos de acuerdo. Kate dice si sin dudarlo, Leonardo me
pregunta, dudo por un momento pero al final acepto. Que tan malo puede ser. Los dos chef se dirigen a la cocina, pues
como buenos apasionados de la comida, quieren intercambiar opiniones. Kate se
disculpa para ir al sanitario, ofrezco acompañarla, pero se niega.
- No te preocupes Tatiana, ya vuelvo. Además no puedes dejar solo a tu
esposito – se va guiñándome un ojo en complicidad e indicándome un grupo de
mujeres que están mirando en nuestra dirección. ¡Esta chica en definitiva me cae muy bien!
- Parece estarla pasando muy bien Sra. D’Lucca -
- A tu lado siempre estoy a gusto y me divierto – respondo con
sinceridad
- Me alegra escuchar eso, pero sabes a lo que me refiero nena.
- Usted tenía razón Sr. D’Lucca, Kate es una persona divertida. Y James
es encantador, se ve que se aman. Es una lástima que tuvieran que pasar por
todo eso con la familia de ella – me quejo
- Estoy de acuerdo contigo amor, pero todo eso valió la pena. Míralos
son felices a pesar de todos – toma mi mano para depositar un pequeño beso – y
si les preguntas, de seguro no les importará pasar todo eso por estar juntos.
- Eso no puedes afirmarlo Leo, no lo sabes, se ve que no es fácil para
ella volver a Miami, se nota en su mirada cuando mencionan la ciudad.
- Se porque lo digo princesa – afirma muy seguro de sus palabras
Me lo quedo mirando, con una expresión que dice habla de una vez y cuéntame lo que sabes Leonardo. Él se ríe y
niega con la cabeza. Pero dejo mi mirada fija en su rostro, a ver si de esa
manera me cuenta. Soy curiosa ¿qué puedo decir?
- Tu ganas nena – me da un beso en los labios – mientras hicimos las
compras James me contó lo difícil que fueron las cosas en un principio. Pero
que desde que conoció a Katherine se enamoró de ella, cuando todo explotó con
su familia no lo pensó dos veces para casarse. Trabajó como loco, para
demostrarle a ella, no a la familia, que no se arrepentiría de haberlo elegido
y aceptado. Le costó llegar a donde esta ahora, pero valió la pena cada
sacrificio.
- Me alegro que así haya sido, a
pesar del tiempo que llevan juntos y todo lo que han pasado se nota el amor que
se tienen – asevero – pero va a ser difícil volver al lugar donde está su
familia, quienes le dieron la espalda.
- Si nena, James me comento que lo hablaron. Incluso él le ofreció
quedarse en Italia, donde han estado viviendo los últimos meses. Que podían
viajar constantemente para verse. Pero ella no aceptó su propuesta, dijo que ya
ha huido lo suficiente.
- Es muy valiente – expreso.
Me quedo pensando por un momento que lo que Kathleen me ha hecho no se
compara en lo mas mínimo con lo que le hizo padecer a su hermana, al fin y al
cabo sólo soy una mujer que se interpuso entre ella y el hombre que
quiere…mejor dicho el hombre que desea, porque si de algo estoy segura, es que
eso no es amor. Por lo que de ahora en adelante no pienso darle el gusto a esa
mujer, lucharé con uñas y dientes por defender lo nuestro de ella y de quien
pretenda separarnos. Sonrío ante esta afirmación mientras bebo un sorbo de mi
bebida.
- ¿Qué estas tramando Tati? – Pregunta mi amado esposo con su singular
gesto de preocupación – estas sumida en tus pensamientos, con la sonrisa que tiene
el gato que se comió al ratón. Me empiezas a asustar
- Jaja, sólo estoy disfrutando la jornada – me defiendo – y de ésta rica
bebida – levanto mi vaso y bebo otro poco.
Nuestros acompañantes regresan a la mesa, por lo que nuestra
conversación termina, al menos por ahora, porque Leo me mira y niega con la
cabeza. Me acerco a él para darle un pequeño beso. Me toma del brazo para que
no me separe
- Esto no ha terminado nena – susurra en mi oído para luego morderme el
lóbulo, lo que enseguida me hace estremecer.
Almorzamos en un ambiente lleno de risas, anécdotas de nuestra
adolescencia, planes a futuro y algunas otras cosas. Al terminar hubo una
pequeña discusión entre James y Leonardo sobre quien pagaría la comida. Kate y
yo solamente nos reíamos porque conociéndolos de aquí no saldríamos en un buen
rato. Lo mejor de todo fue ver acercarse al Sr. Sullivan para informarnos que todo
lo que consumimos corre por cuenta de la casa. La carcajada que soltamos tanto
Katherine como yo al verle la cara a nuestros respectivos esposos debe haberse
escuchado hasta el barco. No podíamos parar de reír. Peter nos miraba sin
entender que pasaba así que decidí sacarlo de su duda.
- Estos dos – expongo mientras señalo a unos muy serios Sres. D’Lucca y
Owen – estaban en plena discusión de quien debía pagar y porque, hasta que
llegaste y la concluiste de la mejor manera – explico para seguir riendo
- De haberlo sabido, hubiera tardado un poco mas en venir – dice Peter
uniéndose a nuestra risa, bajo la seria mirada de Leonardo Y James.
Salimos del local, vamos directo a uno de los lugares que ofrecen
servicio a orilla de la playa. Leo habla con uno de los encargados para
solicitarles que nos acomoden cuatro sillas reclinables con sombrillas. Además
que como parte del paquete del crucero, nos traen unas hermosas toallas súper
suaves, así como las primeras bebidas gratis.
Decido usar mi cámara para tomar algunas fotos como recuerdo, casi no lo
he hecho, sólo unas que nos tomaron en la cena de bienvenida, otras que saqué en
la habitación. El paisaje es sumamente hermoso, así que empiezo por allí, me
levanto con aparato en mano dispuesta a plasmar la naturaleza que tenemos
alrededor, cuando siento que unas manos conocidas se aferran a mi cintura.
- ¿A dónde crees que vas? – pregunta Leonardo con esa voz ronquita que
hace que me derrita en segundos.
Incapaz de responderle pues las palabras no encuentran su camino a mi
boca únicamente atino a levantar la cámara agitándola delante de nosotros como
respuesta. Siento su respiración en mi cuello, cierro los ojos para disfrutar
las sensaciones del momento. Lentamente mi querido esposo, con una de sus manos
me quita el artefacto de las manos, mientras que con la otra me mantiene pegada
a su cuerpo.
- En estos momentos en lo único en lo que pienso es irnos de regreso al barco
– me sorprendo al escuchar mis palabras pues no tenia intenciones de decirlas
en voz alta
- Y yo, muero por hacerte el amor de mil maneras diferentes. Desde que
te pusiste este diminuto traje de baño temprano, sólo pienso en arrancártelo, hacerte
mía – dice y me gira para estar de frente.
No lo pienso dos veces, lo beso. En realidad lo devoro, mis labios
recorren los suyos como si estuvieran desesperados, mi lengua los acaricia
mientras que la suya sale al encuentro, para recorrer mi boca con frenesí. Me
sujeto de su cuello para acercarlo aun más a mí. Me aferra a su lado, puedo
sentir como su deseo va creciendo debajo de su cintura. Pronto me doy cuenta
del lugar donde estamos, por lo que separo ligeramente mis labios de los suyos,
pero sin alejar nuestros cuerpos jadeantes. Nuestras miradas se encuentran,
ambas llenas de deseo, pasión, lujuria.
- Te amo tanto nena, tanto –
dice Leo aun con la respiración entrecortada.
- Yo también te amo nene
Así nos quedamos unos minutos…o segundos ¡la verdad no lo sé! A su
lado pierdo la noción del tiempo y del espacio. Todo lo demás desaparece, sólo
estamos nosotros y este sentimiento que cada día crece más.
- Quiero tomarte unas – pide Leonardo levantando la cámara que ahora
esta en sus manos.
- Solamente si luego dejas que yo te tome unas a ti – le propongo.
Suspira, afirma con la cabeza. Así que nos soltamos para poder hacer las
fotografías. Sacamos unas del paisaje, la playa, la gente, los locales al
fondo, de nuestros amigos que no dudaron en posar. Les hicimos unas abrazados,
sonriendo, con caras tristes, sacando la lengua, ella en su regazo, y en
cualquier postura que se les ocurre, son un
par de locos, tal para cual. Por supuesto mi esposo me tomo cualquier
cantidad a mi, de pie, sentada, de espalda, acostada…aunque debo admitir que
también aprovecho y lo capturo de muchas maneras.
- Bien ahora ustedes dos, yo me ocupo de hacerles unas juntos – dice
Kate mientras quita el aparato de mis manos y se dispone a fotografiarnos.
Le solicitamos al encargado de atendernos nos tome algunas a los cuatro.
Por increíble que parezca, también pido me tomen una donde sólo salimos Kate y
yo.
Regresamos al barco, súper cansados. No paramos en todo el día. Tiendas,
bebidas, playa. La verdad la pasamos genial, por lo que hicimos planes para el día
siguiente. Esta noche dudo nos veamos, por lo que quedamos en desayunar juntos
de nuevo antes de salir. Pero esta vez en al suite de los esposos Owen. Nos
despedimos, ya de camino a nuestro camarote en el ascensor, me apoyo en el
pecho de mi esposo. Él no tarda en llevarme en brazos hasta depositarme nuestra
cama. Se acerca al vestidor para tomar una de mis pijamas. Cuando regresa se
detiene abruptamente mientras que su mirada se torna lujuriosa al verme
completamente desnuda, sentada en el borde de la cama.
- Estoy cansada, pero no lo suficiente como para que no termines lo que
iniciaste en la playa – dijo mientras camino en su dirección – además hay unas
cosas que me prometiste y que debes cumplir.
Sin decir mas, suelta lo que lleva en la mano, camina en mi encuentro
mientras se va quitando la ropa. Me toma de la cintura, haciendo que enrosque
mis piernas a su alrededor. Cuando nos acercamos a la cama, me lanza
juguetonamente en ella. Se posa sobre mí, llevando mis manos encima de cabeza,
sujetándome con una mano. Con la otra roza sutilmente mi cuerpo. Sus labios
recorren el camino de piel que sus mimos encendieron.
Esa noche voy al cielo y de regreso. De la única manera posible, en lo
brazos y bajo las expertas caricias que mi amado Sr. D’Lucca profesa por todo
mi cuerpo, hasta fundirnos en uno solo.
El sexto día del crucero lo pasamos en St. Johns. Desayunamos en el
camarote de nuestros amigos, pasamos un rato agradable, para disfrutar el resto
de la jornada haciendo distintas actividades, queremos aprovechar al máximo. Disfrutamos
de la magnifica historia colonial de Antigua. Un recorrido histórico y
paisajístico en el que la Isla nos brinda la oportunidad de ser testigos de la
arquitectura colonial interesante, unas vistas impresionantes y vibrante
elegancia de estilo caribeño.
Luego tomamos el autobús desde el muelle hasta Fort James Beach, donde
nos dan una pequeña charla y nos asignan caballos para dar un paseo a lo largo
de las hermosas playas, a pesar de las constantes quejas de Leonardo y James,
que se opusieron a más no poder, no por el excursión como tal, sino del viaje
en bus.
Finalizamos el día haciendo un poco de Kayak, esta vez a pesar de las
protestas de Kate y mías, nos da algo de temor. Al final terminamos cediendo.
El viaje de treinta minutos en un coche con vistas panorámicas desde el puerto,
hasta el lugar donde nos espera una lancha para llevarnos a una laguna
escondida. Allí nos dan las instrucciones, para emprender el sendero en kayak a
través de de un callejón de manglares entre pequeñas islas, siempre con
nuestros guías presentes. Volvemos a abordar una lancha unos veinte minutos
hasta la Isla Gran Pájaro. Donde una senda nos conduce hasta la cima para ver
aves nativas y un asombroso paisaje de playa. Al descender exploramos un poco,
para luego refrescarnos en las aguas poco profundas y cristalinas.
Nos acercamos a un arrecife de coral, donde bajo el cuidado de los
expertos hacemos un poco de snorkeling. Para regresar a una hermosa casa
residencial, donde los anfitriones nos invitan a relajarnos en uno hermosos
jardines disfrutando unos ricos bocadillos y distintos ponches.
Cansados hasta no poder mover ni un solo músculo, retornamos al barco,
pues debemos reponer algo de energía para asistir a la cena con nuestro
anfitrión el Cap. Meyers. A penas ponemos un pie dentro del camarote, voy
corriendo para lanzarme en la cama, dejando detrás a Leo riendo por mi actitud infantil.
- Estoy demasiado agotada, me duele hasta respirar – me quejo
- La verdad yo también estoy molido – siento como se hunde la cama bajo
su peso, me retira el cabello de la cara para poder verme – ¿Estás disfrutando
la luna de miel nena?
No necesito abrir los ojos para darme cuenta de la preocupación que
refleja Leo en su pregunta, por lo que reúno las últimas gotas de fuerza que me
quedan para voltearme y levantarme apoyándome en mis codos.
- No podría estar más contenta aunque me lo propusiera – contesto
sinceramente – durante el día me consientes en todo, conocemos hermosos
lugares, nos involucramos en actividades que jamás creí seria capaz, conocemos
gente maravillosa – me levanto para sentarme a horcajadas sobre él – y por las
noches me complaces hasta hacerme la mujer mas feliz del universo, siento que
estoy en el paraíso.
Me acerco a sus labios para darle un beso suave, demostrándole que no
debe preocuparse por nada. Me corresponde de la misma manera, pausado, sin
segundas intensiones, únicamente para sentirnos. Aun encima de el se arrastra
hasta que estamos acostados, él en la cama y yo sobre su pecho, así sin mas nos
quedamos dormidos.
Me despierto, estiro mi mano buscando su calor, pero no esta a mi lado.
Sin moverme si quiera, con la voz ronca por el sueño lo llamo
- Leonardo Arturo ¿En dónde estas? – Grito – ¡ven aquí por favor!
Escucho antes de verlo como viene corriendo hasta llegar a mi lado.
- ¿Tatiana estás bien? – Pregunta alarmado - ¿nena qué pasa? – repite
cuando no encuentra respuesta de mi parte.
- Nada – digo – desperté, no estabas a mi lado, no tengo la fuerza
suficiente para levantarme, así que me pregunté que rápido vendrías si te
llamaba – escucho como suspira frustrado, abro lentamente un ojo para observar
que no esta muy contento con mi manera de hacerlo venir a mi – además te
extraño, quiero que estés aquí a mi lado – expongo velozmente.
En un fluido movimiento Leo está sobre mí, cada parte de su cuerpo toca
el mío, me siento abrazada por él.
- Eres una manipuladora nena, te voy a hacer pagar el susto que me has
dado, casi me mato corriendo hasta acá para descubrir que mi querida esposa
sólo esta jugando conmigo.
Debo admitir que pague gustosa mi deuda, tanto en la cama como en la
ducha. Estoy ansiosa por adquirir una nuevamente, si es así como tengo que saldar.
Después del acalorado baño, nos vestimos para bajar al comedor. Donde
nos esperan para cenar. Vamos en el ascensor rememorando las aventuras de
nuestra jornada de hoy, tomados de la mano. Soy
inmensamente feliz.
Cenamos rodeados de personas muy gratas, a las que nuestro anfitrión nos
presenta, refiriéndose a nosotros como personas
muy importantes para él, gesto que acrecemos de corazón, en los poco días
le he tomado mucho cariño a Nic. Se parece mucho al abuelo D’Lucca, entiendo
porque son tan amigos. Danzamos un poco al ritmo de una hermosa balada, cuando
siento que me tocan el hombro. Son Kate y James. Continuamos abrazados hasta
que colocan música mas movida y hacemos cambio de parejas. Estamos entretenidos
bailando, cantando, riendo. Ni cuenta nos damos que ya es pasada la media
noche. Y si queremos levantarnos mañana, lo mejor es que vayamos a descansar.
Quedamos nuevamente de acuerdo para vernos al día siguiente y desayunar esta
vez en nuestro cuarto.
Llegamos al camarote, nos cambiamos de ropa, me quito el maquillaje, nos
lavamos los dientes. Tan pronto nos acostamos caemos rendidos en un relajante
sueño. Dormimos de un tiro toda la noche, creo que ni siquiera cambio de
posición. Al ver el reloj salto alarmada de la cama, faltan quince para las siete,
que es la hora que quedamos para desayunar.
Mi esposo se sienta en la cama a observar muerto de risa como corro
hacia el baño.
- Date prisa Leo, ya van a llegar – le grito metiéndome en la ducha
- Nena relájate, en menos de cinco minutos estoy listo, no tengo porque
correr cual maratonista.
Claro, él simplemente tiene que vestirse y ya, no necesita mucho
esfuerzo para verse espectacular. Así es con la mayoría de los hombres, en
cambio nosotras, aunque no sea una gran pinta siempre tendemos a tardarnos,
bien sea seleccionando que ponernos, luego con que accesorios, zapatos,
carteras…un sin fin de cosas. Que
complicado es ser mujer.
Salgo de la regadera, tomo una toalla, camino directo al vestidor para
escoger mi atuendo. Mientras Leo está aseándose, veo que ya ha sacado su ropa,
la misma esta sobre la cama. En tiempo record estamos listos, o mejor dicho
estoy lista puntualmente a las siete, pues mi sobrado esposo esta tranquilo
tomando un café y mirando las noticias en la TV. Escuchamos que tocan la
puerta, Leo me hace señas que el se encarga.
Me sorprendo al llegar al salón, pues no son las personas a quienes
estamos esperando, y por la cara que tienen puedo decir que no traen buenas
noticias…
Gracias a mi manito correctora….Susana Mohel
buenas noches, menuda luna de miel ,,quien pudiera estar en su lugar ,conociendo lugares ,personas y actividades maravillosas,
ResponderBorrarnunca estado en un crucero pero la verdad parece algo sumamente perfecto
solo tienen que dedicarse a quererse y a consentirse , un sueño ,dejemos que sigan soñando , que no se porque algo me dice que las cosas ya no van a ser tan maravillosas después
Pues si Rosario, Leo esta haciendo todo lo posible por disfrutar al máximo la luna de miel. Hasta yo quiero ir....
BorrarPues ya veremos como les va ....
Besitos
Tengo que decir que es un gusto y un honor ser la manito correctora, aunque no creas que me tienes muy feliz con ese final de capitulo!!!
ResponderBorrarBesos y muchos exitos!!! <3
Manito correctora porque no estas contenta??? Te aseguro pronto te enteraras de lo que sucederá...
BorrarBesitos :)
Hola Zhayda ya me puse al corriente con tu blog , estaba un poco ocapada pero ya estoy de nuevo aqui. ;)
ResponderBorrarOye que lindo y amoroso es Leo y que linda luna de miel llevan esos dos..jaja
Si van asi tan amorosos pronto tendran un bb.
Oye y que buena chica es Kate nada que ver con su hermana y no olvidar que esposo tan guapo tiene ..
Saludos guapa :D
Hola Lore, me alegra tenerte de regreso por acá. Leo es un AMOR así mismo en mayúsculas jajaaa. Pues si Kate es otra cosa, totalmente diferente a la zor....
BorrarUn beso nena :)
Que agusto se la pasa esta parejita, y lo bueno que se hicieron de buenos amigos , con los cuales se la han pasado de lo lindo.
ResponderBorrarQuisiera andar en un crucero, nunca he ido a uno, pero algún día tendré que ir jajaja
Gracias el capi, me gustó como describiste los lugares y las actividades que realizaban los chicos.
Nos leemos pronto, saludos y te mando un abrazo.
Diana gracias por estar por aca :) . Leo hace todo lo que esta a su alcance por darle un final feliz a Tati....solo que a veces las circunstancias se lo ponen dificil jajaja
BorrarBesitos nena, nos vemos el miercoles 19
me gusto la amistad que se formo entre los cuatro ,espero que las noticias no sean tan malas muy buen capitulo yo quiero una luna de miel haci un beso
ResponderBorrarRosa sii la luna miel es hermosa, Kate llega a esta historia a cambiar algunas cositas.....mas tarde lo sabremos...
BorrarYa sabremos quien llega al camarote y las noticias que trae...
Besos