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miércoles, 12 de febrero de 2014

Capitulo X


                                                      
Una chica totalmente diferente…

Estoy un poco ansiosa, no sé que nos espera el día de hoy, aunque anoche me pareció buena idea, hoy no estoy muy  segura de ello. Me levanto muy temprano, preparo la bañera, me sumerjo en ella a ver si el agua tibia lava mis dudas y relaja mis nervios. Estoy con los ojos cerrados, perdida en mis pensamientos, cuando siento unas manos que tiernamente masajean mis hombros. No abro los ojos sólo suspiro en agradecimiento.

- Buenos días nena.

- Hola amor.

- Extrañe tenerte en mis brazos cuando desperté – dice Leo muy pegado a mi oído

- No podía dormir, como era muy temprano me levante, no quise despertarte – me excuso

- ¿Tu intranquilidad tiene algo que ver con los planes de hoy? – Sólo asiento – no tienes porque, como te lo mencione anoche, Kate es diferente…dale una oportunidad, si te sientes incomoda en algún momento del día, podemos excusarnos de alguna manera y volver, o simplemente decir que queremos tiempo a solas, lo entenderán.

 - Lo sé, es que…no puedo evitarlo – dudo si mencionarlo, al final lo hago – es su hermana Leo, entiendes porque me encuentro en esta disyuntiva.

 - Lo comprendo Tati, te lo repito, no quiero que nada te moleste así que mejor rehagamos los planes.

Estoy tentada a tomarle la palabra, hacer otra cosa. Pero por otro lado no puedo dejar de sentir cierta curiosidad por conocer mas a esta chica, desde que la vi por primera vez sentí un tipo de conexión. Sus ojos me brindan confianza, por otro lado debo dejar de lado mis temores y tanta incertidumbre…por lo que tomo una decisión.

- No te preocupes corazón, ven y báñate conmigo – me arrimo hacia delante para hacerle un espacio en la tina – que hoy tenemos una jornada prometedora por delante – me giro para besarlo y así comenzar este bello día de la mejor manera, en los brazos de mi esposo.

Nos vestimos entre juegos y arrumacos. Me decido por un fresco vestido coral, sujetado al cuello, de esta manera puedo usar mi traje de baño por debajo del mismo. Mi guapo marido se ve espectacular, adoro cuando luce ropa casual, se le ve relajado y sin preocupaciones en su franela blanca, pantalón caqui completando su atuendo con una gorra negra.




Salimos tomados de la mano en dirección al comedor, para tomar el desayuno con nuestros nuevos compañeros. Llegamos al salón y enseguida escuchamos nuestros nombres de boca de Kate que nos señala con la mano que nos acerquemos. 

Al llegar a la mesa donde se encuentran, rápidamente se levantan para darnos la bienvenida. James saluda a Leonardo con un apretón de mano pero mi sorpresa es que cuando Kate me da un beso y un pequeño abrazo. Creo que nota mi asombro porque sonríe y se encoge de hombros, acto seguido saluda de la misma manera a mi esposo.

Nos sentamos, comenzamos una amena charla, en primer momento sobre lo que comeremos, para luego hacer ciertos planes para el día paseando por las Islas Vírgenes. Desayunamos en un ambiente cada vez mas cómodo, entiendo lo que me dijo Leo, esta chica es súper sencilla, natural. No hay mas que ver su manera de vestir, habla mucho de su personalidad libre, espontánea. Lleva un short de jeans, una franela de rayas blancas y rojas. James por su parte va con pantalones cortos y camiseta.

    


Terminamos de comer, salimos dispuestos pasarla bien. Recorremos algunas tiendas, para luego pasar el día en la playa. En el camino Leonardo y James se detienen en una tienda deportiva. Nosotras decidimos acercarnos a un pequeño local que se encuentra a unos pocos metros para buscar unas bebidas que refresquen el calor que esta haciendo.

Al llegar al lugar vamos directamente a una mesa que se encuentra de costado, donde tenemos una hermosa vista, ya que estamos cerca del puerto, podemos ver el mar y la playa. Una chica se aproxima para tomar nuestros pedidos, como es temprano decido tomar una naranjada, con mucho hielo, a lo que Kate se suma, alegando que ya instalados en la playa podríamos beber algo un poco mas fuerte, con  fuerte se refiere algo con alcohol. La mesera se retira a buscar nuestras bebidas, dejándonos en un incomodo silencio, ninguna de las dos sabe que decir, así pasamos unos minutos hasta que ella decide romperlo.

- Me imagino que conoces a mi hermana – pregunta cautelosa

- Si – digo con un gran suspiro

- Lo lamento.

- ¿Y eso por qué? – pregunto intrigada por su disculpa

- Sé como es Kathleen y lo posesiva que puede llegara a ser cuando…- puedo ver por su gesto que esta buscando la manera mas dulce de decir sus siguientes palabras – cuando se encapricha con algo…o alguien.

 - La verdad conozco esa faceta de ella, si te soy sincera no me agrada en lo mas mínimo.

 - Puedo decirte que a mi tampoco.

Las dos reímos por el comentario, la pared de hielo que se había instalado entre las dos está empezando a derretirse. Llegan nuestros jugos y continuamos conversando. Ella me cuenta un poco de su vida desde que se fue de su casa, y porque tomo esa decisión.

Resulta que se enamoró de su esposo hace una década cuando lo conoció, dice que fue para ambos amor a primera vista, cuando apenas tenía veinte anos. A su familia no le hizo mucha gracia, pues en aquel entonces James era un simple estudiante de cocina que soñaba en convertirse en Chef, abrir restaurantes alrededor del mundo. No tenía dinero, y ya por eso no era bien visto en la sociedad en que normalmente sus padres se desenvuelven, le prohibieron que saliera con él, pero ella hizo caso omiso.
Mantuvo en secreto su relación por casi dos años, hasta que su hermana los descubrió, pese a sus ruegos y súplicas, los delató con sus padres. Al día siguiente se fue de su casa. A los meses se casó con Jamie, como cariñosamente le llama. Por eso están haciendo el crucero, celebrando su octavo aniversario.

- Pues felicidades entonces – le digo levantando el jugo, chocando los vasos

- ¡Gracias! Somos muy felices, no me arrepiento de nada…- expresa, aunque no se si lo hace para mi, o para ella misma.

Enseguida regresan los chicos riendo, conversando, pero sin bolsa alguna que confirme sus compras.

- Todo este rato y salen sin nada. Luego somos nosotras las mujeres las indecisas – bromeo -

- Ustedes no sólo son indecisas – Leo se acerca y me da un pequeño beso - tardan una eternidad en cualquier tienda,  al final salen con las manos vacías – levanto una ceja sarcásticamente, e indico sus manos vacías – a diferencia de nosotros que somos mas inteligentes y prácticos – manifiesta con una sonrisa socarrona

- ¿Según tú por qué son mas inteligentes? - contraataco

- Pues esposa mía, por la sencilla razón que todo lo que compramos va bien empaquetado rumbo a nuestros respectivos camarotes. Aquí estamos nosotros disfrutando, relajados y con las manos libres apara ocuparlas en otras cosas – responde coquetamente.

Me abraza puesto que me he puesto roja cual tomate, le doy un manotón. Al final todos reímos. James llama a la chica para que los atienda. Piden dos cervezas. A ellos les vale que sea temprano para beber licor.

Terminamos las bebidas y nos encaminamos a la playa, ya es poco más de mediodía. Así que iremos directo a un restaurante que le recomendaron al Sr. Owen. Resulta que James se convirtió en un famoso Chef que cuenta con hasta el momento cinco restaurantes en diferentes ciudades. Dentro de un mes aproximadamente abrirá la tercera sucursal en la ciudad de Miami. Por lo que estarán allí una temporada, puedo observar que Katherine no esta muy a gusto con la idea, supongo que su familia viva en el mismo código postal no le causa mucha emoción.

Puedo decir que la entiendo, y más cuando nos cuenta que desde que se fue no ha vuelto a tener contacto con ninguno de ellos, su abuela paterna trató de convencerla de regresar, para resolver las cosas conversando como adultos. A las semanas falleció, ella hizo lo que le había pedido; pero no sirvió de nada, la despreciaron por preferir a un “estudiante pobretón” como lo catalogo Kathleen antes que a su familia. Nadie quiso escucharla, así que después de despedirse de abuela, se largó sin mirar atrás.

¡Vaya! La verdad cuando supe quien era Kate nunca habría imaginado lo que tuvo que pasar de mano de su propia familia, ellos que debieron estar a su lado y apoyarla, sólo lo hicieron más difícil. No se podía esperar menos de su hermana, la verdad que esa mujer es arrogante a mas no poder, no se toca el corazón ni porque sea su propia sangre. Lo que te espera Tati…

Llegamos al mencionado lugar, es hermoso. Cuenta con unas mesas con vista al mar, todo es muy colorido, con toques marinos. James se acerca a la barra, conversa con uno de los jóvenes, el cual hace un movimiento con su cabeza, se dirige al fondo del local. En no menos de cinco minutos sale un hombre vestido de blanco completamente, con un pequeño gorro y secándose las manos con un paño, camina directamente en nuestra dirección. Saluda a James con un fuerte apretón de mano. Es el dueño y chef del local, se llama Peter Sullivan. Se presenta con todos, nos da la bienvenida, nos lleva a un reservado. Apenas estamos sentados se acerca el mismo chico del bar con una bandeja llena de bebidas.

- ¡Brindemos por el comienzo de una bonita amistad! – propone James levantando su vaso -

- ¡Salud! – respondemos al unísono.

- Tienen que venir a la inauguración del restaurante, al llegar al barco busco los detalles para dárselos. ¡No pueden faltar! – dice Katherine

- Nos encantaría, danos la fecha del evento, si no tenemos otro compromiso asistiremos – responde Leo, y se que lo hace para no comprometernos sin antes conversarlo en privado. Estas aprendiendo Sr. D’Lucca.

- No se preocupen, allí estaremos, así tengamos que cambiar nuestros planes - le guiño un ojo a mi esposo - ¡Cuenten con nosotros!

- ¡Perfecto! – expresa nuestro nuevo amigo el Sr. Owen.

Continuamos conversando, decidiendo que vamos a almorzar. El camarero se acerca a tomar nuestras ordenes, rápidamente se acerca el Sr. Peter ofreciendo encargarse de la selección, quiere deleitarnos con algo especial. James nos ve como preguntando si estamos de acuerdo. Kate dice si sin dudarlo, Leonardo me pregunta, dudo por un momento pero al final acepto. Que tan malo puede ser. Los dos chef se dirigen a la cocina, pues como buenos apasionados de la comida, quieren intercambiar opiniones. Kate se disculpa para ir al sanitario, ofrezco acompañarla, pero se niega.

- No te preocupes Tatiana, ya vuelvo. Además no puedes dejar solo a tu esposito – se va guiñándome un ojo en complicidad e indicándome un grupo de mujeres que están mirando en nuestra dirección. ¡Esta chica en definitiva me cae muy bien!

- Parece estarla pasando muy bien Sra. D’Lucca -

- A tu lado siempre estoy a gusto y me divierto – respondo con sinceridad

- Me alegra escuchar eso, pero sabes a lo que me refiero nena.

- Usted tenía razón Sr. D’Lucca, Kate es una persona divertida. Y James es encantador, se ve que se aman. Es una lástima que tuvieran que pasar por todo eso con la familia de ella – me quejo

- Estoy de acuerdo contigo amor, pero todo eso valió la pena. Míralos son felices a pesar de todos – toma mi mano para depositar un pequeño beso – y si les preguntas, de seguro no les importará pasar todo eso por estar juntos.

- Eso no puedes afirmarlo Leo, no lo sabes, se ve que no es fácil para ella volver a Miami, se nota en su mirada cuando mencionan la ciudad.

- Se porque lo digo princesa – afirma muy seguro de sus palabras

Me lo quedo mirando, con una expresión que dice habla de una vez y cuéntame lo que sabes Leonardo. Él se ríe y niega con la cabeza. Pero dejo mi mirada fija en su rostro, a ver si de esa manera me cuenta. Soy curiosa ¿qué puedo decir?

- Tu ganas nena – me da un beso en los labios – mientras hicimos las compras James me contó lo difícil que fueron las cosas en un principio. Pero que desde que conoció a Katherine se enamoró de ella, cuando todo explotó con su familia no lo pensó dos veces para casarse. Trabajó como loco, para demostrarle a ella, no a la familia, que no se arrepentiría de haberlo elegido y aceptado. Le costó llegar a donde esta ahora, pero valió la pena cada sacrificio.

 - Me alegro que así haya sido, a pesar del tiempo que llevan juntos y todo lo que han pasado se nota el amor que se tienen – asevero – pero va a ser difícil volver al lugar donde está su familia, quienes le dieron la espalda.

- Si nena, James me comento que lo hablaron. Incluso él le ofreció quedarse en Italia, donde han estado viviendo los últimos meses. Que podían viajar constantemente para verse. Pero ella no aceptó su propuesta, dijo que ya ha huido lo suficiente.

- Es muy valiente – expreso.

Me quedo pensando por un momento que lo que Kathleen me ha hecho no se compara en lo mas mínimo con lo que le hizo padecer a su hermana, al fin y al cabo sólo soy una mujer que se interpuso entre ella y el hombre que quiere…mejor dicho el hombre que desea, porque si de algo estoy segura, es que eso no es amor. Por lo que de ahora en adelante no pienso darle el gusto a esa mujer, lucharé con uñas y dientes por defender lo nuestro de ella y de quien pretenda separarnos. Sonrío ante esta afirmación mientras bebo un sorbo de mi bebida.

- ¿Qué estas tramando Tati? – Pregunta mi amado esposo con su singular gesto de preocupación – estas sumida en tus pensamientos, con la sonrisa que tiene el gato que se comió al ratón. Me empiezas a asustar

- Jaja, sólo estoy disfrutando la jornada – me defiendo – y de ésta rica bebida – levanto mi vaso y bebo otro poco.

Nuestros acompañantes regresan a la mesa, por lo que nuestra conversación termina, al menos por ahora, porque Leo me mira y niega con la cabeza. Me acerco a él para darle un pequeño beso. Me toma del brazo para que no me separe

- Esto no ha terminado nena – susurra en mi oído para luego morderme el lóbulo, lo que enseguida me hace estremecer.

Almorzamos en un ambiente lleno de risas, anécdotas de nuestra adolescencia, planes a futuro y algunas otras cosas. Al terminar hubo una pequeña discusión entre James y Leonardo sobre quien pagaría la comida. Kate y yo solamente nos reíamos porque conociéndolos de aquí no saldríamos en un buen rato. Lo mejor de todo fue ver acercarse al Sr. Sullivan para informarnos que todo lo que consumimos corre por cuenta de la casa. La carcajada que soltamos tanto Katherine como yo al verle la cara a nuestros respectivos esposos debe haberse escuchado hasta el barco. No podíamos parar de reír. Peter nos miraba sin entender que pasaba así que decidí sacarlo de su duda.

- Estos dos – expongo mientras señalo a unos muy serios Sres. D’Lucca y Owen – estaban en plena discusión de quien debía pagar y porque, hasta que llegaste y la concluiste de la mejor manera – explico para seguir riendo

- De haberlo sabido, hubiera tardado un poco mas en venir – dice Peter uniéndose a nuestra risa, bajo la seria mirada de Leonardo Y James.

Salimos del local, vamos directo a uno de los lugares que ofrecen servicio a orilla de la playa. Leo habla con uno de los encargados para solicitarles que nos acomoden cuatro sillas reclinables con sombrillas. Además que como parte del paquete del crucero, nos traen unas hermosas toallas súper suaves, así como las primeras bebidas gratis.

Decido usar mi cámara para tomar algunas fotos como recuerdo, casi no lo he hecho, sólo unas que nos tomaron en la cena de bienvenida, otras que saqué en la habitación. El paisaje es sumamente hermoso, así que empiezo por allí, me levanto con aparato en mano dispuesta a plasmar la naturaleza que tenemos alrededor, cuando siento que unas manos conocidas se aferran a mi cintura.



- ¿A dónde crees que vas? – pregunta Leonardo con esa voz ronquita que hace que me derrita en segundos.

Incapaz de responderle pues las palabras no encuentran su camino a mi boca únicamente atino a levantar la cámara agitándola delante de nosotros como respuesta. Siento su respiración en mi cuello, cierro los ojos para disfrutar las sensaciones del momento. Lentamente mi querido esposo, con una de sus manos me quita el artefacto de las manos, mientras que con la otra me mantiene pegada a su cuerpo.

- En estos momentos en lo único en lo que pienso es irnos de regreso al barco – me sorprendo al escuchar mis palabras pues no tenia intenciones de decirlas en voz alta

- Y yo, muero por hacerte el amor de mil maneras diferentes. Desde que te pusiste este diminuto traje de baño temprano, sólo pienso en arrancártelo, hacerte mía – dice y me gira para estar de frente.

No lo pienso dos veces, lo beso. En realidad lo devoro, mis labios recorren los suyos como si estuvieran desesperados, mi lengua los acaricia mientras que la suya sale al encuentro, para recorrer mi boca con frenesí. Me sujeto de su cuello para acercarlo aun más a mí. Me aferra a su lado, puedo sentir como su deseo va creciendo debajo de su cintura. Pronto me doy cuenta del lugar donde estamos, por lo que separo ligeramente mis labios de los suyos, pero sin alejar nuestros cuerpos jadeantes. Nuestras miradas se encuentran, ambas llenas de deseo, pasión, lujuria.

- Te amo tanto nena, tanto – dice Leo aun con la respiración entrecortada.

- Yo también te amo nene

Así nos quedamos unos minutos…o segundos ¡la verdad no lo sé! A su lado pierdo la noción del tiempo y del espacio. Todo lo demás desaparece, sólo estamos nosotros y este sentimiento que cada día crece más.

- Quiero tomarte unas – pide Leonardo levantando la cámara que ahora esta en sus manos.

- Solamente si luego dejas que yo te tome unas a ti – le propongo.




Suspira, afirma con la cabeza. Así que nos soltamos para poder hacer las fotografías. Sacamos unas del paisaje, la playa, la gente, los locales al fondo, de nuestros amigos que no dudaron en posar. Les hicimos unas abrazados, sonriendo, con caras tristes, sacando la lengua, ella en su regazo, y en cualquier postura que se les ocurre, son un  par de locos, tal para cual. Por supuesto mi esposo me tomo cualquier cantidad a mi, de pie, sentada, de espalda, acostada…aunque debo admitir que también aprovecho y lo capturo de muchas maneras.




- Bien ahora ustedes dos, yo me ocupo de hacerles unas juntos – dice Kate mientras quita el aparato de mis manos y se dispone a fotografiarnos.

Le solicitamos al encargado de atendernos nos tome algunas a los cuatro. Por increíble que parezca, también pido me tomen una donde sólo salimos Kate y yo.

Regresamos al barco, súper cansados. No paramos en todo el día. Tiendas, bebidas, playa. La verdad la pasamos genial, por lo que hicimos planes para el día siguiente. Esta noche dudo nos veamos, por lo que quedamos en desayunar juntos de nuevo antes de salir. Pero esta vez en al suite de los esposos Owen. Nos despedimos, ya de camino a nuestro camarote en el ascensor, me apoyo en el pecho de mi esposo. Él no tarda en llevarme en brazos hasta depositarme nuestra cama. Se acerca al vestidor para tomar una de mis pijamas. Cuando regresa se detiene abruptamente mientras que su mirada se torna lujuriosa al verme completamente desnuda, sentada en el borde de la cama.

- Estoy cansada, pero no lo suficiente como para que no termines lo que iniciaste en la playa – dijo mientras camino en su dirección – además hay unas cosas que me prometiste y que debes cumplir.

Sin decir mas, suelta lo que lleva en la mano, camina en mi encuentro mientras se va quitando la ropa. Me toma de la cintura, haciendo que enrosque mis piernas a su alrededor. Cuando nos acercamos a la cama, me lanza juguetonamente en ella. Se posa sobre mí, llevando mis manos encima de cabeza, sujetándome con una mano. Con la otra roza sutilmente mi cuerpo. Sus labios recorren el camino de piel que sus mimos encendieron.

Esa noche voy al cielo y de regreso. De la única manera posible, en lo brazos y bajo las expertas caricias que mi amado Sr. D’Lucca profesa por todo mi cuerpo, hasta fundirnos en uno solo.

El sexto día del crucero lo pasamos en St. Johns. Desayunamos en el camarote de nuestros amigos, pasamos un rato agradable, para disfrutar el resto de la jornada haciendo distintas actividades, queremos aprovechar al máximo. Disfrutamos de la magnifica historia colonial de Antigua. Un recorrido histórico y paisajístico en el que la Isla nos brinda la oportunidad de ser testigos de la arquitectura colonial interesante, unas vistas impresionantes y vibrante elegancia de estilo caribeño.

Luego tomamos el autobús desde el muelle hasta Fort James Beach, donde nos dan una pequeña charla y nos asignan caballos para dar un paseo a lo largo de las hermosas playas, a pesar de las constantes quejas de Leonardo y James, que se opusieron a más no poder, no por el excursión como tal, sino del viaje en bus.

Finalizamos el día haciendo un poco de Kayak, esta vez a pesar de las protestas de Kate y mías, nos da algo de temor. Al final terminamos cediendo. El viaje de treinta minutos en un coche con vistas panorámicas desde el puerto, hasta el lugar donde nos espera una lancha para llevarnos a una laguna escondida. Allí nos dan las instrucciones, para emprender el sendero en kayak a través de de un callejón de manglares entre pequeñas islas, siempre con nuestros guías presentes. Volvemos a abordar una lancha unos veinte minutos hasta la Isla Gran Pájaro. Donde una senda nos conduce hasta la cima para ver aves nativas y un asombroso paisaje de playa. Al descender exploramos un poco, para luego refrescarnos en las aguas poco profundas y cristalinas.

Nos acercamos a un arrecife de coral, donde bajo el cuidado de los expertos hacemos un poco de snorkeling. Para regresar a una hermosa casa residencial, donde los anfitriones nos invitan a relajarnos en uno hermosos jardines disfrutando unos ricos bocadillos y distintos ponches.

Cansados hasta no poder mover ni un solo músculo, retornamos al barco, pues debemos reponer algo de energía para asistir a la cena con nuestro anfitrión el Cap. Meyers. A penas ponemos un pie dentro del camarote, voy corriendo para lanzarme en la cama, dejando detrás a  Leo riendo por mi actitud infantil.

- Estoy demasiado agotada, me duele hasta respirar – me quejo

- La verdad yo también estoy molido – siento como se hunde la cama bajo su peso, me retira el cabello de la cara para poder verme – ¿Estás disfrutando la luna de miel nena?

No necesito abrir los ojos para darme cuenta de la preocupación que refleja Leo en su pregunta, por lo que reúno las últimas gotas de fuerza que me quedan para voltearme y levantarme apoyándome en mis codos.

- No podría estar más contenta aunque me lo propusiera – contesto sinceramente – durante el día me consientes en todo, conocemos hermosos lugares, nos involucramos en actividades que jamás creí seria capaz, conocemos gente maravillosa – me levanto para sentarme a horcajadas sobre él – y por las noches me complaces hasta hacerme la mujer mas feliz del universo, siento que estoy en el paraíso.

Me acerco a sus labios para darle un beso suave, demostrándole que no debe preocuparse por nada. Me corresponde de la misma manera, pausado, sin segundas intensiones, únicamente para sentirnos. Aun encima de el se arrastra hasta que estamos acostados, él en la cama y yo sobre su pecho, así sin mas nos quedamos dormidos.

Me despierto, estiro mi mano buscando su calor, pero no esta a mi lado. Sin moverme si quiera, con la voz ronca por el sueño lo llamo

- Leonardo Arturo ¿En dónde estas? – Grito – ¡ven aquí por favor!

Escucho antes de verlo como viene corriendo hasta llegar a mi lado.

- ¿Tatiana estás bien? – Pregunta alarmado - ¿nena qué pasa? – repite cuando no encuentra respuesta de mi parte.

- Nada – digo – desperté, no estabas a mi lado, no tengo la fuerza suficiente para levantarme, así que me pregunté que rápido vendrías si te llamaba – escucho como suspira frustrado, abro lentamente un ojo para observar que no esta muy contento con mi manera de hacerlo venir a mi – además te extraño, quiero que estés aquí a mi lado – expongo velozmente.

En un fluido movimiento Leo está sobre mí, cada parte de su cuerpo toca el mío, me siento abrazada por él.

- Eres una manipuladora nena, te voy a hacer pagar el susto que me has dado, casi me mato corriendo hasta acá para descubrir que mi querida esposa sólo esta jugando conmigo.

Debo admitir que pague gustosa mi deuda, tanto en la cama como en la ducha. Estoy ansiosa por adquirir una nuevamente, si es así como tengo que saldar.

Después del acalorado baño, nos vestimos para bajar al comedor. Donde nos esperan para cenar. Vamos en el ascensor rememorando las aventuras de nuestra jornada de hoy, tomados de la mano. Soy inmensamente feliz.

Cenamos rodeados de personas muy gratas, a las que nuestro anfitrión nos presenta, refiriéndose a nosotros como personas muy importantes para él, gesto que acrecemos de corazón, en los poco días le he tomado mucho cariño a Nic. Se parece mucho al abuelo D’Lucca, entiendo porque son tan amigos. Danzamos un poco al ritmo de una hermosa balada, cuando siento que me tocan el hombro. Son Kate y James. Continuamos abrazados hasta que colocan música mas movida y hacemos cambio de parejas. Estamos entretenidos bailando, cantando, riendo. Ni cuenta nos damos que ya es pasada la media noche. Y si queremos levantarnos mañana, lo mejor es que vayamos a descansar. Quedamos nuevamente de acuerdo para vernos al día siguiente y desayunar esta vez en nuestro cuarto.

Llegamos al camarote, nos cambiamos de ropa, me quito el maquillaje, nos lavamos los dientes. Tan pronto nos acostamos caemos rendidos en un relajante sueño. Dormimos de un tiro toda la noche, creo que ni siquiera cambio de posición. Al ver el reloj salto alarmada de la cama, faltan quince para las siete, que es la hora que quedamos para desayunar.

Mi esposo se sienta en la cama a observar muerto de risa como corro hacia el baño.

- Date prisa Leo, ya van a llegar – le grito metiéndome en la ducha
- Nena relájate, en menos de cinco minutos estoy listo, no tengo porque correr cual maratonista.

Claro, él simplemente tiene que vestirse y ya, no necesita mucho esfuerzo para verse espectacular. Así es con la mayoría de los hombres, en cambio nosotras, aunque no sea una gran pinta siempre tendemos a tardarnos, bien sea seleccionando que ponernos, luego con que accesorios, zapatos, carteras…un sin fin de cosas. Que complicado es ser mujer.

Salgo de la regadera, tomo una toalla, camino directo al vestidor para escoger mi atuendo. Mientras Leo está aseándose, veo que ya ha sacado su ropa, la misma esta sobre la cama. En tiempo record estamos listos, o mejor dicho estoy lista puntualmente a las siete, pues mi sobrado esposo esta tranquilo tomando un café y mirando las noticias en la TV. Escuchamos que tocan la puerta, Leo me hace señas que el se encarga.

Me sorprendo al llegar al salón, pues no son las personas a quienes estamos esperando, y por la cara que tienen puedo decir que no traen buenas noticias…




Gracias a mi manito correctora….Susana Mohel

10 comentarios:

  1. buenas noches, menuda luna de miel ,,quien pudiera estar en su lugar ,conociendo lugares ,personas y actividades maravillosas,
    nunca estado en un crucero pero la verdad parece algo sumamente perfecto
    solo tienen que dedicarse a quererse y a consentirse , un sueño ,dejemos que sigan soñando , que no se porque algo me dice que las cosas ya no van a ser tan maravillosas después

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    1. Pues si Rosario, Leo esta haciendo todo lo posible por disfrutar al máximo la luna de miel. Hasta yo quiero ir....
      Pues ya veremos como les va ....
      Besitos

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  2. Tengo que decir que es un gusto y un honor ser la manito correctora, aunque no creas que me tienes muy feliz con ese final de capitulo!!!
    Besos y muchos exitos!!! <3

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    1. Manito correctora porque no estas contenta??? Te aseguro pronto te enteraras de lo que sucederá...
      Besitos :)

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  3. Hola Zhayda ya me puse al corriente con tu blog , estaba un poco ocapada pero ya estoy de nuevo aqui. ;)
    Oye que lindo y amoroso es Leo y que linda luna de miel llevan esos dos..jaja
    Si van asi tan amorosos pronto tendran un bb.
    Oye y que buena chica es Kate nada que ver con su hermana y no olvidar que esposo tan guapo tiene ..
    Saludos guapa :D

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    1. Hola Lore, me alegra tenerte de regreso por acá. Leo es un AMOR así mismo en mayúsculas jajaaa. Pues si Kate es otra cosa, totalmente diferente a la zor....
      Un beso nena :)

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  4. Que agusto se la pasa esta parejita, y lo bueno que se hicieron de buenos amigos , con los cuales se la han pasado de lo lindo.
    Quisiera andar en un crucero, nunca he ido a uno, pero algún día tendré que ir jajaja
    Gracias el capi, me gustó como describiste los lugares y las actividades que realizaban los chicos.
    Nos leemos pronto, saludos y te mando un abrazo.

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    1. Diana gracias por estar por aca :) . Leo hace todo lo que esta a su alcance por darle un final feliz a Tati....solo que a veces las circunstancias se lo ponen dificil jajaja

      Besitos nena, nos vemos el miercoles 19

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  5. me gusto la amistad que se formo entre los cuatro ,espero que las noticias no sean tan malas muy buen capitulo yo quiero una luna de miel haci un beso

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    1. Rosa sii la luna miel es hermosa, Kate llega a esta historia a cambiar algunas cositas.....mas tarde lo sabremos...

      Ya sabremos quien llega al camarote y las noticias que trae...

      Besos

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